OPINIÓN
No solo los perros tienen exposiciones donde poder mostrar su belleza para ser evaluados por un juez idóneo. Los gatos también poseen su espacio para ser exhibidos, con comodidades y normativas especiales para su especie.
Las exposiciones felinas son convocadas por asociaciones locales, que a su vez regula una entidad madre internacional, la cual dictamina los lineamientos a seguir por los clubes afiliados.
En el caso de Panamá, es la Asociación Felina Panameña.
Las diferentes razas de gatos son juzgadas con base en estándares que cambian acorde a la raza de los ejemplares.
Los mismos describen rasgos como tamaño, cabeza, orejas, ojos, cuerpo, manto, descalificaciones, etc., y estos son los parámetros comparativos que tendrá el juez para evaluar los animales. El que más se acerque a su estándar o ideal será el que obtenga mayor puntuación en el concurso.
Cada juez es acompañado por un asistente, también llamado clerk, quien se encargará de que todo funcione a la perfección y también será el vocero oficial, ya que los expositores no pueden tener diálogos con la persona que juzga durante su actuación.
La entidad organizadora tendrá preparadas jaulas en el predio de la muestra, en donde deben permanecer los gatos hasta ser llamados por su número a la pista, donde luego pasarán a otras jaulas ya en el propio ring, donde serán revisados y calificados por el juez.
Las categorías de la competencia se dividen por razas, edad, sexo y tipo de pelo.
La preparación de los gatos para ser exhibidos es más sencilla a la de los perros. Deberán estar bañados, cepillados y en correcta condición física, pero no hay manejadores que los muestren, siendo el mismo jurado quien los carga y examina.
Es interesante destacar que hay categorías para gatos sin raza, incluso castrados, los que podrán gozar de los mismos privilegios que los de pedigree, poniendo a todos en el mismo rango de atención, tal cual lo merecen estos maravillosos felinos.
(El autor es fotógrafo especialista en animales y jurado canino).
