Natalia Martín Cantero De EFE SAN FRANCISCO, EU. -Como si de pañales o cuchillas de afeitar se tratase, unos teléfonos celulares que estarán a la venta en todo tipo de tiendas, incluso en gasolineras, irán a parar a la basura después de ser utilizados.
Una pequeña compañía de Garden Grove, en California, llamada Hop-On, acaba de obtener el visto bueno de las autoridades estadounidenses y está a punto de lanzar al mercado sus móviles de usar y tirar.
Los celulares, del tamaño de una baraja de cartas y de plástico, incorporarán un altavoz para el oído y un cargador de baterías y, para abaratar el precio del producto, no tendrán ninguno de los pluses que incorporan la mayoría de los teléfonos estándar.
No dispondrán de la agenda telefónica o pantalla de cristal líquido, con la excepción de la opción de manos libres, que sí estará incluida.
El artículo se venderá en todo tipo de establecimientos, desde la tienda de la esquina hasta las grandes superficies como Target o Walmart, por un precio a partir de 40 dólares con tarjetas para hablar 60, 90 o 120 minutos.
Pasado este tiempo, el teléfono -que se fabricará por contrato en países con mano de obra barata, como China, Taiwan o México- irá a parar al cubo de la basura o de vuelta a la tienda para obtener un reintegro de cinco dólares.
El director de Hop-On, Peter Michaels, está convencido de que el producto será toda una revolución y espera que para las próximas Navidades el país se inunde con los celulares de su compañía, arañando un pellizco a la industria del móvil que, según sus datos, mueve en Estados Unidos (EU) unos 63 mil millones de dólares al año.
Los planes de Michaels son ambiciosos, ya que también quiere lanzar un aparato más barato en Europa, de unos 30 dólares, que estaría basado en GSM, un sistema digital telefónico muy utilizado en ese continente.
Este producto todavía está pendiente de aprobación por las autoridades estadounidenses.
