MADRID, España (AP). - Roberto Bolaño, uno de los más célebres escritores chilenos, falleció ayer en Barcelona, informaron las autoridades locales. Tenía 50 años de edad.
Bolaño, que vivía en España desde 1977, murió antes del amanecer del martes en un hospital de Barcelona donde iba a recibir un transplante de hígado, informó el Consejo Municipal de Blanes, la localidad costera catalana en la que residía.
Bolaño residió en México en la década de 1960 y en 1972 regresó a Chile, pero tuvo que salir al exilio al año siguiente debido al golpe militar del general Augusto Pinochet. Nuevamente en México, fundó con varios poetas mexicanos el movimiento vanguardista infrarrealismo, publicando en 1975 una antología poética: Poetas infrarrealistas mexicanos.
Escribió más de una docena de novelas y varios libros de poesía, y recibió numerosos premios literarios en España.
Trabajaba ahora en el borrador de una novela llamada 2666 -considerado su proyecto más ambicioso- y esperaba haberla completado tras la operación del transplante.
"No estoy para hacer el trabajo que exige la novela. Son más de mil páginas que tengo que corregir, es un trabajo como de minero del siglo XIX", indicó el escritor al diario chileno La Tercera en una entrevista otorgada a mediados de junio.
"Procuro ahora hacer un trabajo más reposado. Voy a corregir la novela solo después de la operación".
A Bolaño le sobrevive su esposa, la española Carolina López y sus dos hijos.
Aunque cultivó la prosa, Bolaño había publicado cinco libros de poesía y en 1984 apareció su primera novela, Consejos de un discípulo de Morrison a un fanático de Joyce, en colaboración con Antoni García Porta, que le valió el premio Ambito Literario.
Bolaño recibió en 1997 el galardón literario Ciudad de San Sebastián a los cuentos en castellano, por Sensini. De su pluma salieron otras novelas como Los detectives salvajes, premio Herralde de novela de 1998 y al año siguiente el Rómulo Gallegos, uno de los más prestigiosos de las letras hispanas con el que fueron igualmente ensalzados el colombiano Gabriel García Márquez y el peruano Mario Vargas Llosa.
Cuando el Consejo Nacional del Libro consideró a Detectives salvajes la mejor novela del año, Bolaño -quien tenía un sentido del humor mordaz y desenfadado- acababa de tener una polémica con varios literatos chilenos en la Feria del Libro de Santiago.
Además, en 1999 publicó las novelas Amulero y Monsieur Pain, y en el 2000 apareció Nocturno de Chile, seguida al año siguiente por la colección de cuentos Putas asesinas. Finalmente en el 2002 vieron la luz Amberes y Una novelista lumpen.