La ciudad es y siempre será su gente, y lo que su gente ha hecho de ella.
Panamá no es la excepción y, por ello, el Consejo Municipal, con el patrocinio de varias empresas, decidió honrar a un grupo de familias que constituyen las raíces o al menos una parte de ellas de la Nación panameña.
El producto final es el libro Grandes familias de Panamá, donde se le hace homenaje a 35 familias que tuvieron y siguen teniendo un papel importante en la formación de la personalidad, la estética, las virtudes y los vicios de este país de tránsito.
Por supuesto que no se trata de una lista exhaustiva, y los mismos editores de la obra lo reconocen. Sin duda nos faltaron muchas otras familias. Pero las que están han sido ejemplo, a través de muchas generaciones, de empuje, tesón, dinamismo, entusiasmo y compromiso con el país, explica en la presentación Guillermo Dávila, editor de la obra.
La idea nació como una de las tantas actividades que tienen en el centenario de la República su justificación. Es un libro dedicado a rescatar el trabajo honesto de quienes durante estos cien años han contribuido al desarrollo del país. Hombres y mujeres que llegaron a un país donde todo estaba por hacer..., añade Dávila.
La elección de las familias habla de hombres y mujeres que llegaron a Panamá desde diversos países de la vieja Europa, Colombia, Cuba u otras islas caribeñas, e hicieron de esta su tierra y la de sus descendientes.
La lista de familias elegidas es un muestrario de algunos grupos étnicos que con el tiempo se convirtió en la elite de la naciente República.
Por ejemplo, del puerto de Bilbao en España salió en la segunda mitad del siglo XVII Ambrosio Arosemena, fundador de una prolífica familia de donde surgen personalidades como Justo Arosemena efímero gobernador del fugaz Estado Soberano de Panamá, Juan Demóstenes Arosemena presidente de Panamá (1936-39) o el mártir del 9 de enero, Ascanio Arosemena.
Otra importante familia tiene su origen en lo que hoy se conoce como el país vasco español y expresamente de Alava. Se trata de los De Obaldía, que tuvo en Joseph de Obaldía Salazar su primer representante en tierras istmeñas. De él desciende José de Obaldía Orejuela, creador de la provincia de Chiriquí, José Domingo de Obaldía, primer presidente electo de la naciente república de Panamá en 1908 y la poetisa chiricana María Olimpia de Obaldía.
De Sevilla procede el primero de los de la Guardia: Diego de la Guardia San Millán. Entre su descendencia destacan varios presidentes de la República, como Ricardo de la Guardia (194145) y Ernesto de la Guardia (1956-60).
Según se explica en Grandes Familias de Panamá, a finales del siglo XIX, parte de la familia de la Guardia simplificó su apellido, eliminando el de, sin que haya mediado un procedimiento administrativo y judicial para ello. De esta rama descienden el sacerdote católico Fernando Guardia Jaén y el ingeniero y ex administrador del Canal Gilberto Guardia Fábrega.
Entre otras de las familias venidas de la lejana España y que aparecen en Grandes Familias de Panamá están los de Obarrio, los Díaz, los Duque aunque llegaron a Panamá desde Cuba como los Arango, los Eleta, los Fábrega, los García de Paredes, los Icaza o los Jiménez (originalmente Ximénez de Barcelona).
De Francia vinieron los Clement de quienes desciende el banquero y ex candidato presidencial Alberto Vallarino, los de Roux, los Orillac o los Quelquejeu, que deben su permanencia en Panamá al naufragio cerca de Bocas del Toro de la embarcación que debía llevar a Adolphe Prosper Quelquejeu a Venezuela.
De la cercana Cartagena de Indias proceden los Alemán, aunque eran originarios de Alemania. Hoy el apellido goza de buena salud debido a la gran cantidad de descendientes de aquel Manuel de Alemán, comerciante y armador de naves que llegara a Panamá en el siglo XVIII. Son hoy figuras públicas sus descendientes Alberto Alemán Zubieta, administrador del Canal, y el pre candidato presidencial por el partido arnulfista José Miguel Alemán.
También de Cartagena vino Manuel Amador Guerrero primer presidente de la nueva República y las familias Brid o Galindo. De otras ciudades colombianas como Popayán y Barranquilla, proceden los Quijano y los Strunz.
Otro importante grupo que formó parte de la elite original de Panamá fueron los descendientes de los judíos sefarditas expulsados de España en 1491. De ese grupo humano descienden los Findanque, los Motta, los Delvalle, los Cardoze, quienes salieron de Europa y se instalaron primero en varias islas caribeñas antes de radicarse definitivamente en Panamá.
Los de Roux, los Ford y los Lyons son originarios de Jamaica; mientras que los Lewis provienen de Gales, siendo hoy una muy extensa familia. De Irlanda llegó el primer Boyd, Archibaldo Boardman Boyd, de quien desciende quien fuera la anterior primera dama de la República, Dora Boyd de Pérez Balladares.
El libro incluye dos honorables familias que, desde la colonia española se asentaron en provincias centrales. Se trata de los González Ruiz y los Villalaz, que hoy tienen en la representante de San Francisco Astrid Wolff Villalaz una digna representante de la familia, dedicada al bien común.
La obra fue entregada a los representantes de las familias elegidas el pasado 25 de febrero, en un acto organizado por el Consejo Municipal en las ruinas del Arco Chato de San Felipe
No cabe duda de que la celebración del Centenario está permitiendo un auge de la investigación histórica en este país, donde ni la investigación, ni la historia han tenido un papel muy destacado. La trocha abierta por Grandes familias de Panamá debe ser ampliada por otros municipios que, como Colón, por ejemplo, fue el puerto de entrada de muchos que nunca más se fueron.
