Hace tres años, cuando Edgardo Domínguez era booker de la agencia de modelaje Bob Actions, empezó a recibir cartas de una adolescente de La Huaca, Guararé, en Los Santos, en las que le manifestaba su interés de ser actriz.
Motivado a ayudar a esta muchacha, Domínguez comenzó a buscarle clases de actuación, seminarios y cursos, pero nunca pudo tomarlos, porque no contaba con el dinero para mantenerse en la capital mientras estudiaba.
Fue una situación que me hizo sentir muy impotente, querer ayudarla y no poder, pero ya era algo que escapaba de mis manos, explicó Domínguez.
Cuando Domínguez visitaba Las Tablas, su ciudad natal, siempre era buscado por niños y niñas para pedirle opiniones, consejos y recomendaciones sobre peluquería, lo que estaba de moda y cursos de modelaje.
En vista de que había tanto interés en Azuero por esta profesión, Domínguez se decidió a hacer algo al respecto. Con el apoyo de 11 patrocinadores, Domínguez y otras cinco personas, en dos meses, organizaron el primer concurso de modelos de Azuero.

