MADRID, España (EFE). La cantante española Rosario Flores saca al mercado su nuevo álbum De mil colores, su séptimo trabajo discográfico cargado de rumba, flamenco, baladas, funky, bossa y música cubana, como a ella le gusta.
Se trata de un disco cargado de colores y de alegría porque refleja el estado en el que me siento y con el que quiero llenar el corazón de la gente, dijo la cantante, que reveló que muchos de los colores de este álbum los ha traído de Latinoamérica.
El tiempo transcurrido desde que por su anterior trabajo Muchas Flores (2001) ganara un Grammy justo cuando la película de Pedro Almodóvar Hable con ella , en la que Rosario participaba, consiguió un Oscar de Hollywood ha sido de duro trabajo porque todo me lo he tenido que currar yo, afirmó.
En Estados Unidos agregó Rosario he podido escuchar cosas como que la torera de Almodóvar también canta, sin embargo en países como México he encontrado mucho cariño.
A Rosario, que se declara artista de directo y escenario, las críticas no le "importan mucho" y su filosofía se basa en que "hay que vivir el momento porque todo termina, por eso ofrezco mis mil colores". Entre esos colores hay rumba "porque con ella expreso más mi energía. La aprendí de mis padres (Lola Flores y Antonio González "El Pescadilla") y la llevo en la sangre, aunque me gusta fundirla con el funky y darle ese aire Rosario".
También hay bossa, "algo que está dentro de mí, además, todas las canciones de Carlinhos Brown me van muy bien"; hay flamenco, que "son palabras mayores"; hay música cubana, pues "tiene mucho que ver con el ritmo gitano", y hay funky porque "siempre me he sentido negra y muy gitana".
En el álbum ha colaborado el cantante de "Ketama" Antonio Carmona, "mi compadre y primo", y hay temas del cubano Benny Moré y el brasileño Carlihnos Brown.
Además, han puesto sus instrumentos al servicio de ella Tino Di Geraldo, Niño Josele o Luis Dulzaines, entre otros.

