José María Rodríguez Madoz es su nombre, aunque es conocido como Chema Madoz y, más que hablar de él, lo haremos de su obra.
Sus imágenes son excelentes. Sus propuestas y conceptos parecen una burla a lo cotidiano y, sin embargo, no dejan de ser profundas. Parecen estar llenas de mensajes que cada quien interpreta a su modo, pues las deja sin titulo y sin fecha, lo que abre su interpretación a la imaginación de cada quien.
Sus fotografías van de lo sublime a lo ridículo, cuidando siempre esa calidad técnica y esa sencillez de elementos que son la marca de fábrica de Madoz.
Chema es, sin duda, uno de los más grandes exponentes de la nueva fotografía en el ámbito mundial. Más de 30 exhibiciones e igual cantidad de premios no han podido afectar la sencillez de su trabajo.
