Unos 600 panameños murieron en la Guerra de los Mil Días, lo que representó en ese entonces el 1.6% de la población total del país, afirmó ayer el presidente de la Comisión del Centenario de la Alcaldía de Panamá, el historiador Carlos A. Mendoza.
Las revelaciones de Mendoza se dieron durante el discurso que emitió en el acto en que la Comisión del Centenario de la Asamblea Legislativa develó una placa, mediante la cual se le rinde tributo a los héroes de la Guerra de los Mil Días. Con el Tratado de Wisconsin, pactado el 21 de noviembre de 1902, se puso fin a esa guerra.
Esa creencia de que los panameños somos cobardes, y que aquí no se ha derramado sangre por una causa noble, no es cierta, afirmó Mendoza, quien recordó que nosotros perdimos en el puente de Calidonia lo mejor de nuestra juventud.
El renombrado historiador exaltó la acción legislativa de ayer, ya que esta es la primera vez que se le rinde tributo a los héroes que ofrendaron sus vidas en la Guerra de los Mil Días.
El presidente de la Asamblea, Carlos Alvarado, coincidió en que el istmo de Panamá fue uno de los principales escenarios de la Guerra de los Mil Días, iniciada en Colombia a fines del siglo XIX.
Destacó que la incorporación del istmo a dicha confrontación bélica debe interpretarse como un acontecimiento y una aspiración de libertad y justicia, que los istmeños habían perdido a raíz de la llegada de Rafael Núñez a la presidencia de Colombia, en 1884, y la subsecuente e inesperada abolición de la Constitución de Río Negro del año 1863, en la que se permitía el Estado Federal. Uno de los enfrentamientos más importantes durante la guerra fue la Batalla del Puente de Calidonia, el 24 de julio de 1900, afirmó Alvarado.
