PARIS, Francia (EFE). La sonda europea Rosetta podrá aterrizar en el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, hacia el que emprenderá en febrero próximo un viaje de unos 10 años de duración, gracias a las imágenes tomadas por el telescopio espacial Hubble, informó el viernes la Agencia Espacial Europea (ESA).
Para esta misión sin precedentes, destinada a mejorar el conocimiento de los orígenes del sistema solar, los científicos de la ESA necesitaban información sobre el tamaño, la forma y el período de rotación del cometa.
Este mide cinco kilómetros por tres y tiene la forma de un balón de rugby , según se ha podido determinar gracias a las 61 imágenes tomadas por el Hubble entre el 11 y el 12 de marzo pasado.
Aunque el cometa es tres veces más grande que el objetivo original de Rosetta, el cometa Wirtanen, la forma de su núcleo sólido debería posibilitar el aterrizaje, ahora que tenemos mediciones que permitirán adaptar el módulo, según Philippe Lamy, del Observatorio de Astronomía Espacial francés.
Lamy presentó en una reunión astronómica en California (EU) las informaciones recogidas por el telescopio espacial sobre el cometa Churyumov-Gerasimenko.
Este fue seleccionado por la ESA después de que el fallo del vuelo inaugural del cohete Ariane-5 con capacidad para transportar 10 toneladas llevara a la agencia a anular los lanzamientos.
Rosetta debía ser lanzada en enero pasado con destino a Wirtanen, pero la cancelación obligó a los científicos a buscar un nuevo cometa, el Churyumov-Gerasimenko.

