Mediante un operativo encubierto, unidades policiales arrestaron a la jefa de la Secretaría de Drogas de Darién, Lida Alguero, por su supuesta vinculación con una organización criminal dedicada al tráfico de armas, destinadas a grupos rebeldes colombianos, confirmó ayer el secretario general de la Procuraduría, José María Castillo.
Además de la funcionaria del Ministerio Público, hay otras cinco personas, incluyendo a dos abogados panameños, imputadas en este caso, investigado por la Fiscalía Segunda de Drogas.
La operación, denominada E-400, comenzó en febrero, cuando la referida fiscalía descubrió la existencia de una organización criminal que traficaba armas de guerra, provenientes de países centroamericanos, y que posiblemente también trasegaba drogas.
Funcionarios de la fiscalía y policías encubiertos hicieron contacto con la red criminal para comprar 200 fusiles AK-47. No obstante, los vendedores prefirieron que la transacción se efectuara de manera escalonada para evitar un eventual "tumbe" o intervención policial.
La jefa de la Secretaría de Drogas de Darién, que tenía 10 años de servicio en el Ministerio Público, supuestamente era la persona encargada de hacer el contacto entre los vendedores y compradores, dijo el fiscal segundo de Drogas, Patricio Candanedo. Entre la pruebas que tiene la Fiscalía hay grabaciones de conversaciones y videos en los cuales aparecen los sindicados.
El 21 de abril se vendieron cinco fusiles AK-47 a supuestos representantes de grupos insurgentes colombianos, que realmente eran agentes policiales encubiertos. Se pagaron 800 dólares por cada fusil.
También se acordó que la segunda entrega, de otras 10 armas, sería el 11 de mayo. En esa fecha, los agentes encubiertos efectuaron los arrestos y decomisaron una decena de fusiles.
Los detenidos son la funcionaria del Ministerio Público y la persona que realizaba la venta. Las otras cuatro personas están prófugas.
