CARLOS ANTONiO MENDOZA Y VICENTE STAMATO centenario@prensa.com José Vicente Concha nació en Bogotá el 21 de abril de 1867, bajo el último gobierno del general Tomás Cipriano de Mosquera. Se graduó de abogado, profesión en la que sobresalió principalmente en la rama penal. Se distinguió en la cátedra universitaria, el periodismo y la oratoria. Actuó como representante o senador en varias legislaturas. Y siendo ministro de Guerra del gobierno de Marroquín, todavía el país en plena guerra civil, fue designado para reemplazar a Carlos Martínez Silva.
Ya instalado en Estados Unidos, durante el mes de marzo de 1902 se dedicó a estudiar los antecedentes del asunto del Canal de Panamá, y al respecto tuvo varias reuniones con Facundo Mutis Durán y con el abogado de la compañía francesa, William Nelson Cromwell.
Se enteró también que ya existía un proyecto de tratado cuya existencia ignoraba yo como la ignoraba también entonces el Gobierno colombiano, escribió Concha basado en dos documentos: el memorándum del almirante Walker y el senador Pasco con los puntos que debían incluirse en él, y el pliego de modificaciones sugeridas por Martínez Silva; documento este último que el Departamento de Estado consideraba como la posición oficial del Gobierno colombiano.
Inmediatamente remitió copias de esos documentos a Bogotá y se puso a estudiarlos, al mismo tiempo que oía opiniones y explicaciones, principalmente las de Martínez Silva, quien además le recomendó que ya no era posible aplazar por más tiempo el asunto sin poner en peligro las buenas relaciones de Colombia con los Estados Unidos.
Efectivamente, el mismo día en que Concha presentó sus credenciales de embajador del Tío Sam, personificado en el secretario de Estado, sin ningún rubor le mostró sus dientes: ...el secretario señor Hay me hizo directa y premiosa insinuación sobre la materia recordó Concha sin guardar la fórmulas diplomáticas más elementales de costumbres.
Cuando finalizó el estudio del proyecto de tratado, Concha concluyó que había hallado que disentía en varios puntos capitales de las instrucciones que había recibido, por lo cual se veía en la necesidad de modificarlo, ya que pensaba no tendría objeto plausible hacer ofrecimientos que de seguro no ratificaría el Congreso colombiano, y así tal cual lo informó a su Gobierno. Las disposiciones que creía necesario modificar eran las referidas a los siguientes aspectos:
-Perpetuidad de la concesión de la zona.
-Permiso para establecer un cuerpo de policía norteamericano en la misma región.
-Jurisdicción civil y criminal de las autoridades estadounidenses en la faja que se concedería.
-Uso de fuerzas extranjeras para restablecer el orden o asegurarlo en las regiones adyacentes a la misma zona.
-Suma de dinero por indemnización a Colombia.
-Permiso al Gobierno de Estados Unidos para adquirir todos los baldíos de la compañía del Canal y del ferrocarril, conforme a sus respectivas concesiones.
En carta el Departamento de Estado, Concha explicó las razones que tenía para solicitar aquellas modificaciones con este contundente párrafo:
Las bases se han formulado después de seria y madura consideración de las que sobre el asunto sometió a esta Legación el presidente de la Comisión del Canal Istmico, a quien el honorable señor secretario de Estado encargó discutir el negocio. El propósito de estas bases ha sido el de condensar los términos más liberales que puede conceder Colombia en la materia.
En octubre, Hay amenazó: Si no se finalizaba sin demora el tratado, se procedería a adoptar la vía de Nicaragua. Concha respondió: Aviso a mi Gobierno de la notificación que se me hace.
El 19 de noviembre, Concha repitió, por cable y por carta, a su ministro de Relaciones Exteriores en Bogotá, lo que ya había manifestado en otras ocasiones: que siendo su convicción íntima e inmodificable la de que no debía firmarse el tratado en las condiciones últimamente exigidas por el Gobierno norteamericano, si el de Colombia insistía en que él aceptase ese ultimátum, se retiraría del cargo definitivamente, aunque no hubiera llegado la carta de retiro que había solicitado desde hacía tres meses.
El domingo 23 de noviembre de 1902, el secretario de la Legación recibió por cable la orden de encargarse de ese despacho. El eclipse de Concha había llegado a su fase final. La brasa ardiente del tratado pasaba ahora a las manos de otro representante colombiano, el tercero en este trascendental asunto.
Carlos Antonio Mendoza es presidente del Comité del Centenario de la Alcaldía de Panamá. Vicente Stamato es periodista.





