CIUDAD DE MÉXICO, D.F. - La actriz mexicana Katy Jurado, que murió el pasado viernes a los 78 años, se abrió paso en Hollywood mucho antes de que el boom latino catapultara a la fama a figuras como Salma Hayek y Penélope Cruz.
Unica mexicana postulada a un Oscar, como mejor actriz de reparto en 1955, a Katy Jurado no le gustaba que la llamaran estrella porque decía que las estrellas pasan, mientras que las actrices de verdad son las que quedan.
Y por eso marcaba distancia de María Félix, la gran diva del cine mexicano, que murió hace menos de tres meses. María ha sido una mujer muy bella, pero nunca fue actriz. Yo me convertí en actriz y ella se quedó en estrella, decía.
Nacida el 16 de enero de 1924 en la centrooccidental ciudad de Guadalajara, Jurado debutó en el cine en 1943 con la película No matarás.
Era una mujer bella, de fuerte personalidad y tez morena, algo que, según afirmaba, le sirvió para abrirse camino en Hollywood, donde compartió cartel con Charlton Heston, Gary Cooper, Gina Lollobrigida, Burt Lancaster, Spencer Tracy, Marlon Brando y Anthony Quinn, entre otros.
Entre sus películas, que suman unas setenta en más de medio siglo de trayectoria, figuran Barrabás, Los hijos de Sánchez, Bajo el volcán, Trapecio, El Bruto, A la hora señalada y más recientemente The Hi Lo Country, de Stephen Frears, y El evangelio de las maravillas, de Arturo Ripstein.
En los últimos años había sido sometida a múltiples intervenciones quirúrgicas por problemas de salud y finalmente murió por problemas del corazón, en la casa que tenía en Cuernavaca, una ciudad de perpetuo clima primaveral al sur de la capital, donde abundan las residencias de fin de semana. Katy Jurado se mantuvo 15 años retirada del cine, tras la muerte de su hijo Víctor en 1981. Además tenía una hija, nietos y bisnietos, a los que consideraba su máxima felicidad.