GINEBRA, Suiza (EFE). La actriz y bailarina Leslie Caron, hija de padre francés y madre estadounidense, dice preferir el "cine intimista" europeo a las grandes producciones made in Hollywood, razón por la cual decidió independizarse en 1959 del contrato que la ligaba a los estudios MGM.
"Para mí era difícil estar bajo contrato. Nunca quise ser una estrella en Estados Unidos, y si alcancé el estrellato fue contra mi voluntad", explica la intérprete de Un Americano en París en declaraciones que publica el diario Tribune de Geneve.
Caron expresa, sin embargo, su admiración por Vincent Minnelli, con quien rodó Gigi (1958) y al que describe como alguien "muy refinado, que exigía a los actores una elegancia y una calidad dramática fuera de lo común".
De Raoul Walsh dice, por el contrario, que dirigía como un entrenador de fútbol a su equipo, sin preocuparse del lado artístico: "Para mí, era más un deportista que un realizador cinematográfico. Durante el rodaje, por ejemplo, se iba a tomar su café".
Preguntada por sus filmes preferidos entre los que ha hecho en su carrera, Caron no lo duda: "Hay dos: Gigi , de Minnelli, por supuesto, y El padre de familia , de Nanni Loy, realizado en 1967, y que fue un precursor en el plano social".