Con la reciente publicación del texto completo del tratado de libre comercio (TLC) negociado entre Estados Unidos de América (EU) y la República de Panamá, nuestro país toma un paso en firme hacia la implementación de una de las principales herramientas de política económica con que cuenta el Estado en la actualidad. Esta nos brinda una excelente oportunidad de mejorar significativamente las condiciones económicas y sociales de nuestra población. Es bien sabido que a través de la ejecución de políticas a largo plazo que promuevan el crecimiento sostenido de las exportaciones de bienes y servicios, nuestro país podrá poco a poco hacerle frente a las grandes brechas existentes en materia de distribución adecuada del bienestar económico. Los grandes retos todavía por superar para que el TLC con EU se implemente, tanto en el país del norte, como en Panamá, requerirá de pericia diplomática, legislativa, y una adecuada implementación de políticas dirigidas a los sectores sensitivos de manera que, dados los amplios períodos de desgravación acordados en el TLC, éstos puedan adecuarse a la nueva estructura comercial que tenemos por delante.
El TLC con nuestro principal socio comercial posee dos grandes áreas de beneficio. En primer lugar, reforzará la promoción de reglas claras y transparentes en materia de comercio internacional, mejorando las condiciones para atraer mayor inversión directa extranjera (IDE) a nuestro país. Las cifras extraordinarias en materia de IDE que se registran en el país a partir de hace unos años, sobrepasando los USD 2 mil millones en el año 2006, son parte importante de la proyección del país como un puerto seguro para las inversiones, en parte por la confianza y el reconocimiento de Panamá como un país que implementa políticas económicas, como el TLC con EU y otros países, que promueven reglas claras y transparentes.
De igual forma, el TLC con EU promoverá las exportaciones de más productos y servicios panameños hacia uno de los mercados más importantes y exigentes de la comunidad internacional. De hecho, en la actualidad más del 50% de nuestras exportaciones se dirigen al mercado norteamericano. La implementación adecuada del TLC con EU asegurará no solamente el continuo acceso a ese mercado de los productos que actualmente se exportan a ese país, sino que también brindará la oportunidad para que un mayor número de productos y servicios puedan acceder a ciertos nichos dentro de un mercado de más de 300 millones de consumidores. Poniendo en perspectiva las dimensiones, los mercados de consumidores de Panamá y Centroamérica representan unos 3 millones y 40 millones de consumidores, respectivamente. Sin duda, un mercado significativamente mayor nos brindará oportunidades importantes que, con la implementación efectiva de políticas complementarias para preparar e implementar actividades de exportación, promoverá el bienestar de un mayor número de panameños a través de las nuevas oportunidades.
Es oportuno reconocer que, contrario a lo usual en política, la estrategia con relación al acuerdo comercial con EU tuvo continuidad y estabilidad. Es importante reconocer el trabajo realizado, tanto a quienes lograron el acercamiento necesario con las más altas autoridades norteamericanas e iniciaron las negociaciones, como a quienes lograron darle sostenibilidad a esas relaciones y concluir exitosamente el acuerdo comercial con EU. De igual forma, es encomendable el trabajo realizado por los funcionarios que han permanecido en el equipo negociador durante las diferentes administraciones. Los retos que representa la implementación del acuerdo comercial nos pondrán a prueba nuevamente en este sentido, y debemos confiar en que dichas políticas tendrán continuidad a través del tiempo.
La implementación adecuada del TLC con EU aumentará el ritmo de crecimiento económico de nuestro país, dándole sostenibilidad al crecimiento de las exportaciones, y fortaleciendo el imperio de la ley y la seguridad jurídica. El éxito de estas expectativas depende de la continua implementación de políticas que fortalezcan nuestra economía de mercado, brindándole a un mayor número de panameños los retos y oportunidades que surjan de esta política de Estado.
El autor es primer vicepresidente de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá
