Guillermo Sánchez Borbón Un año después del ataque a las torres gemelas, Bush, Runsfeld, Cheney, et. al, inesperadamente iniciaron su guerra verbal contra Irak. Acusaban a Husein de oprimir a su pueblo, de genocidio (falta de confianza: yo hubiera podido darles esa información hace 20 años), de desarrollar armas de destrucción en masa, etc. Estados Unidos se quedó solo, porque sus líderes no llegaron a presentar una sola prueba convincente de esta última acusación.
Entre la Liga y el grillete
30 mar 2003 - 05:00 AM
