En las oficinas de Blank, en un apartamento de Calle 50, hay una mesa con cinco sillas, un abanico y mucho espacio en blanco. Es el mismo espacio en blanco que caracteriza el diseño de esta nueva revista, que con sus fotos y textos buscar llenar, casualmente, el espacio en blanco que hay en Panamá en este tipo de publicaciones.
Cuando Rafael Candanedo regresó de estudiar diseño gráfico en Chile, se dio cuenta de que, editorialmente, en Panamá faltaba algo. Junto con su hermano (Rolando), tuvo la idea de hacer una revista que mostrara la otra cara de Panamá. Queríamos mostrar un Panamá que no es el que ves siempre, el que no va siempre a los mismos lugares, a las mismas discotecas... Un Panamá que va a las obras de teatro, a los festivales de jazz, a los museos, a las bienales de arte..., dice Rafael Candanedo.
Es como un sub-Panamá que está en crecimiento. Hay muchos artistas nuevos, mucha gente que está innovando y haciendo cosas diferentes... Pensamos que Blank era una buena oportunidad para que este grupo se identificara, añade.
Blank ya existía antes (desde hace dos años), en Chile. Y los hermanos Candanedo le hicieron la propuesta a los chilenos, quienes vinieron a Panamá, evaluaron el mercado, vieron el entorno y conocieron la cultura... Les pareció que la idea de abrir una franquicia de Blank en Panamá sí era factible, y les dieron el go.
Los Candanedo formaron un equipo y se pusieron a trabajar.
Vea Una propuesta diferente
