Marcos Manjarrez Davis, asesino confeso del sacerdote Jorge Altafulla, declaró que dentro del Seminario Mayor San José fue acosado por compañeros para cometer actos de homosexualismo que él, en todo momento, rechazó.
En su declaración indagatoria de 11 páginas, Manjarrez dijo que un seminarista, al cual identificó con nombre y apellido, le hizo varias propuestas homosexuales y que él denunció el acoso a la rectoría.
Manjarrez aclaró que Altafulla siempre fue una persona con mucha moral y que nunca estuvo implicado en ninguna de estas acciones irregulares mientras estuvo en el Seminario Mayor San José.
Sin embargo, aseguró que Altafulla era racista porque en varias ocasiones le llamó 'negro' en forma despectiva.
El acusado mantuvo su confesión; explicó que lo hizo por la rabia que guardó por mucho tiempo contra Altafulla porque lo expulsó del Seminario Mayor San José.
También declaró que forcejeó con Altafulla y que este le arrebató el cuchillo y consiguió herirlo en varias partes. Una fuente de la PTJ confirmó que Manjarrez tiene algunas heridas.
En el interrogatorio, Manjarrez indicó que cuando fue a ver a Altafulla, a la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, el religioso le dijo que no tenía tiempo y le ofreció 20 dólares para que se marchara y lo dejara tranquilo y lo empujó para que saliera.
La actitud del sacerdote irritó a Manjarrez; fue en ese momento que tomó un cuchillo y le propinó una puñalada en el cuello que le produjo una cortada superficial mientras le advertía que se quedara tranquilo, que no tenía intención de lastimarlo.
Agregó que el sacerdote se le abalanzó y en el forcejeo Altafulla le arrebató el arma blanca y le hizo varias cortadas superficiales en uno de sus brazos, el pecho y la espalda.
El detenido indicó que tuvo que golpear fuerte, en el rostro, al sacerdote para poder quitarle el cuchillo. Fue entonces, explicó Manjarrez, cuando perdió el control de la situación y apuñaló varias veces al cura.
Ayer, Manjarrez fue sometido a exámenes sicológicos y siquiátricos en el Instituto de Medicatura Forense.
En tanto, el arzobispo de Panamá, José Dimas Cedeño, se quejó de que Manjarrez trata de enlodar la imagen de la Iglesia católica para justificar su crimen.
No podemos creerle a una persona que asesina al padre Altafulla, luego se cambia y regresa a esta iglesia como si nada hubiese ocurrido. (...) él trata de empañar a la Iglesia para justificar su delito expresó.
Durante la misa de funeral efectuada ayer en la iglesia de Guadalupe, Cedeño dijo que Manjarrez nunca ha dado muestras de arrepentimiento del crimen, pero a pesar de ello la Iglesia católica lo ha perdonado.
Se dijo que hoy viernes, a las 2:00 de la tarde, la Fiscalía Auxiliar efectuará la diligencia de reconstrucción de este crimen con la participación del detenido.




