Ante esto, la robótica encontró un nicho no explotado al final de los años 90: la mascota robot. Desde entonces se habla de inteligencia artificial y sensores, en vez de conocer el pedigree y lo que come.
Es un boom que comenzó con la aparición en Japón de Aibo en 1999, y que ha continuado con la segunda generación de este cyberperro: el ERS-210.
Emma Arjona, del departamento de publicidad de Sony Corporation de Panamá, explicó que este producto no se vende en este mercado, sin embargo, se puede encontrar en exhibición en las tiendas Sony Center.
¿Y por qué no se vende? Por lo que implica en mano de obra. Según Irasema Rivas, del departamento de mercadeo directo de la Sony, Aibo es un producto que requiere de un soporte de ingenieros en robótica las 24 horas en cada mercado donde se promocione, y esa infraestructura no está montada en Latinoamérica.
Pero no todo está perdido: quien de verdad quiere la mascota puede comprarla en el sitio www.aibo.com. El lado negativo es que la persona se corre el riesgo de no contar con soporte local, dice Rivas.
El precio de un Aibo puede partir de los mil 200 dólares, y aumentará de acuerdo con los accesorios que se requieran.
Pero Sony no es la única marca que apuesta a las mascotas electrónicas. Matsushita Electronics, Omron y Tiger Electronics, aunque menos conocidas, también creen en el producto.
Esta última (Tiger Electronics) pertenece a la compañía estadounidense Hasbro, que ha traído a Panamá el i-Cybie. Este es un proto-robot, como esa compañía lo llama, y fue desarrollado por Silverlit Electronics.
Gustavo Plata, gerente de compras de juguetes de Importadora Maduro, aclaró que i-Cybie no es una copia de Aibo, sino una réplica más accesible al consumidor, y asegura que, más que un robot, parece un perro de carne y hueso. Su precio es de 225 dólares, y se puede conseguir en las jugueterías de Félix B. Maduro, Farmacias Arrocha y Toyland.
Comparado con las habilidades de Aibo, i-Cybie también responde a los comandos de tacto, de voz, control remoto y al aplauso.
Plata describe al i-Cybie como un producto de masa, pues su enfoque de mercado empieza con jóvenes de 14 años, lo que le permite que sea un buen regalo de cumpleaños. El precio de Aibo, en comparación, hace de éste un juguete para adultos, más que para niños o jóvenes.
En el sitio www.tigertoys.com se describen las bondades de i-Cybie, entre las que sobresalen sus sensores inteligentes (lo que llaman inteligencia artificial), movimientos robóticos e interactividad. Y para los que no terminan de convencerse, también hay un vídeo de demostración para verlos en acción.