PUTRAJAYA, Malasia (EFE). La bebida oficial de la décima Cumbre de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI), que ayer se inauguró en Malasia, es "Mecca-Cola", un refresco "antiamericano" que aboga por disfrutar del "sabor de la libertad".
Con el lema "no bebáis idioteces, bebed algo comprometido", la lata es prácticamente idéntica a la de Coca-Cola, con el simple objeto de denunciar al "imperialismo norteamericano", según el fundador de la marca, el francés de origen tunecino Tawfiq Mathlouti.
Para ello, ha presentado la bebida en el Centro de Convenciones de la ciudad malasia de Putrajaya, sede de la cumbre y donde se ha presentado la "Declaración Universal de Mecca-Cola", que aboga por un boicot absoluto a los productos norteamericanos y el consumo de bebidas "comprometidas".
La Mecca-Cola, cuyo sabor es sorprendentemente similar al de la bebida más consumida en el mundo, vendió 750 mil litros en los últimos 11 meses, pocos si se comparan con el billón de litros diarios que vende Coca-Cola, según dijo Mathlouti en una rueda de prensa.
No obstante, el modelo parece exitoso y la empresa de capital francés, además de intentar establecerse en todos los países islámicos, se ha convertido en el refresco de muchos militantes antiglobalización de Europa y Estados Unidos.

