ALPACH, Austria (EFE) La mitad de las modelos muestran síntomas de anorexia, asegura un trabajo de la Universidad de Innsbruck, en Austria, que será presentado en el X Congreso Internacional sobre Trastornos de la Alimentación que comienza hoy en la localidad tirolesa de Alpbach.
Resultó muy difícil encontrar a 50 modelos que estuvieran dispuestas a participar en el estudio anónimo, que se efectuó mediante cuestionarios, declaró ayer a la prensa su autor, el psicoterapeuta Günther Rathner.
El psicólogo constató una actitud problemática de todas las mujeres que participaron en la encuesta frente a su figura, el peso, la comida y su aspecto físico, a pesar de que ya tenían un peso muy bajo.
Subrayó que llama la atención el aumento de trastornos como la anorexia y la bulimia en la sociedad moderna. Mientras el peso medio de las personas aumenta, según las estadísticas, el ideal propagado por los medios y la publicidad es ser cada vez más delgado, de manera que un peso tan reducido no se puede alcanzar ni mantener sin poner en peligro la salud, y las consecuencias graves de esta manía de la delgadez son la anorexia y la bulimia, afirmó Rathner.
Las modelos se convierten en ejemplo, ante todo para las muchachas y las mujeres jóvenes que intentan aproximarse al ideal con la droga inicial del régimen, pero en comparación con las modelos siguen considerándose demasiado gordas, por lo que están descontentas e inseguras, dijo el experto.
En la sociedad actual, el aspecto físico adquiere cada vez más importancia y se vende como una mercancía, explicó el psicólogo, quien comentó que la manía de la delgadez y las promesas de la cirugía cosmética son dos caras de una medalla: todo parece factible.
Lo que sorprende es el aprecio teórico que la sociedad tiene al individualismo, mientras que se fomenta que todos tengan el mismo aspecto y se vende una figura ideal que recuerda a los clones, una forma determinada de la nariz, de la pelvis y del pecho, señaló Rathner.
Con ello, el cuerpo se convierte en un campo de batalla, en el sentido literal, donde se procura resolver los problemas individuales y sociales y se niega el avanzar de la edad, opinó el experto.
Los trastornos de la alimentación constituyen una faceta extrema de esta evolución que implica la pérdida de la individualidad y de la identidad propia, declaró el psicólogo.
