Mucho se ha escuchado por los medios de comunicación que los partidos políticos en Panamá tienen que renovarse o de lo contrario sufrirán un menoscabo político insuperable.
En efecto, el Partido Arnulfista no está exento de esa renovación, por lo cual líderes visionarios promueven deliberaciones a lo interno del partido para abordar la renovación de la estructura organizacional y funcional del colectivo político. En este sentido, las propuestas planteadas por algunos legisladores de mi partido reflejan un ambicioso proyecto de renovación a los estatutos, pero sin visión política tendiente a constituir en los referidos estatutos principios democráticos enfocados a desconcentrar el poder en la figura del presidente del partido hacia una cadena de mando bien definida con descripciones de cargos, lo que implica explicaciones escritas de los deberes y responsabilidades de cada persona.
Sobre el particular, dicha renovación debe erigir una estructura organizacional abierta y participativa a todos los miembros, e incluso a la sociedad civil, para lo cual se podría trabajar en conjunto con organizaciones de la sociedad civil para comunicar y capacitar a los miembros y simpatizantes, y de esta manera establecer un sistema operativo de integración y abierto en nuestra organización política. Por ello, el partido debe de utilizar la planificación estratégica en la organización y desarrollo de este, ya que hoy muchos estudios revelan que establecer una visión, definir una misión, planificar y determinar objetivos, actúa positivamente en el desempeño de las organizaciones per sé.
Esta planificación estratégica permite pensar en el futuro, visualizar nuevas oportunidades y amenazas, enfocar la misión de la organización política y orientar de manera efectiva el rumbo del partido, facilitando una acción innovadora de dirección y liderazgo. Este proceso de planificación estratégica implica el análisis situacional, la determinación, formulación e implementación de estrategias, objetivos y planes. En este sentido, resulta imperativo llevar a cabo un análisis externo del partido, tomando como punto de partida las amenazas y oportunidades, así también como realizar el análisis interno tomando en consideración las fortalezas y debilidades del mismos, en consecuencia, constituir una matriz FODA mediante la cual queden identificadas de forma sencilla qué situaciones permitirían un mejor avance del colectivo político y cuáles podrían impactar de forma negativa.
En virtud de lo expuesto es que el Directorio Nacional pone de manifiesto su renuencia de abandonar los puestos directivos, reflejando claramente que desconoce los conceptos modernos que llevan a un partido hacia la plena modernización. Es por ello que insto al Directorio a realizar un diagnóstico profundo de la situación política a lo interno del colectivo, a fin de que pueda concluir que el partido necesita oxígeno generacional, y que ellos representan el estancamiento total; en consecuencia, habrá mejores perspectivas si el Directorio en pleno (sin excepciones) depone sus intereses particulares y acepta con gallardía que su tiempo ya pasó, motivo por el cual es congruente imprimirle al partido una nueva visión que enrumbe nuestra organización hacia mejores fronteras y de está forma enmarcar en los nuevos estatutos una verdadera modernización en la que deriven líderes con credibilidad y una membresía entusiasta, mas no frustrada, lo que pondría en evidencia –dentro del Partido Arnulfista– la democracia interna y transparencia que constituyen los pilares fundamentales para que el colectivo alcance a nuevos sectores.
