(Viene de la 1b)
Margoth de Janon asegura que el método es altamente efectivo. "De alguna forma se les cultiva la cortesía y la apreciación por la vida", aseguró.
Janón quien es madre de familia de tres estudiantes [de 15, 13 y 4 años] de la Escuela Montessori de Panamá afirma que el método Montessori ha incentivado a sus hijas a ir más allá de lo impuesto en los textos escolares.
"Trabajamos en colaboración padres y docentes, de modo que el aprendizaje funcione de forma integrada en el hogar y en la escuela", continuó.
Pese a la efectividad que ofrece el sistema, la directora de la Escuela Montessori de Panamá, Lidia de Walters, asegura que aún hay cosas dentro del método impuesto por Montessori a inicios de 1900 que no se realizan. "Estamos inmersos dentro de un sistema educativo con reglamentos específicos", afirmó la rectora. "En el método Montessori puro por ejemplo, no se acostumbra a realizar exámenes", agregó Walters.
Aún así, en el colegio se procura que el estudiante vaya asimilando las clases de acuerdo su propia capacidad individual. Asimismo, mantienen la fórmula sugerida por Montessori que aseguraba que el aprendizaje debía provocar la felicidad y alentar la propia creatividad del niño.
Para tal efecto, el método opta por tener cantidades limitadas de estudiantes, de modo que las asignaturas sean impartidas de forma más personalizada. Igualmente, los pequeños se valen de una considerable proporción de materiales didácticos [diseñados con base científica por la propia María Montessori] para complementar las teorías impartidas en el aula.
Los salones de clase diseñados por María Montessori promueven un ambiente más relajado y animado. Se deja a un lado los típicos salones que cuentan únicamente con un pizarrón, para introducir mapas, bloques, ábacos especiales "y hasta una mascota, de ser posible", aseguró la educadora preescolar Mary Gallardo.
"Intentamos promover todas las habilidades que tengan los niños ayudados con actividades manuales, actividades lúdicas y música clásica como Mozart", añadió Gallardo.
Se trata de que el infante pueda encontrar por sí solo la solución de los problemas. "A los niños les agrada que los traten como personas inteligentes", agregó Gallardo, recordando que el nivel y tipo de inteligencia se conforman fundamentalmente durante los primeros años de vida. A los 6 años por ejemplo, el cerebro alcanza el 80% de su tamaño adulto. La capacidad de entendimiento de los niños muestra que sus potenciales y habilidades deben ser explotados desde temprano.
En conclusión, el sistema procura permitir que sean los propios chicos los que construyan y razonen con base a sus experiencias concretas, en lugar de recurrir a la memoria e imposición de patrones.

