GUATEMALA (ACAN-EFE). La trágica muerte de cuatro prominentes empresarios ocurrida ayer en un accidente aéreo en El Salvador ha conmocionado a la sociedad guatemalteca, especialmente al mundo de los negocios.
Las víctimas del siniestro, en las faldas del volcán San Salvador, son los empresarios Sergio Paiz Andrade, Rodrigo Andrade Falla, Rodrigo Toriello Arzú y Enrique Novella Alvarado, así como el piloto Mauricio Linares.
Paiz Andrade era miembro de la familia que es propietaria de la cadena de Supermercados Paiz, la mayor de este país centroamericano, con inversiones en el resto del istmo e intereses en la banca y las finanzas.
Presidente en Guatemala del Banco Cuscatlán, el principal de la región, Paiz Andrade dirigía la división financiera del Grupo La Fragua, un emporio fundado por su padre, Carlos Paiz.
Novella Alvarado, por su parte, era hijo de uno de los propietarios de la única fábrica de cemento guatemalteco, fundada hace casi un siglo.
Mientras, Andrade Falla era hijo del ex ministro de Relaciones Exteriores, Fernando Andrade Díaz Durán, y Toriello Arzú sobrino del ex presidente Alvaro Arzú (1996-1999).
Otro empresario, Alejandro Botrán, uno de los propietarios de la fábrica de ron Botrán, se encontraba en la lista de pasajeros del vuelo siniestrado.
Botrán canceló su viaje a último momento, según explicó en declaraciones a la radio local.
La aeronave, una avioneta Cessna 310 bimotor con matrícula TG-WO, despegó del Aeropuerto La Aurora, en la ciudad de Guatemala, y tenía previsto aterrizar en el aeropuerto militar de Ilopango, situado a unos 15 kilómetros al este de San Salvador.
El accidente se produjo después de que el piloto se comunicó con la torre de control del aeropuerto de Ilopango para pedir autorización para aterrizar, según fuentes de Aeronáutica Civil de El Salvador.
Apenas se conoció sobre el desastre aéreo brigadas de rescate partieron rumbo al lugar del siniestro, para rescatar los cuerpos y hallar evidencias que puedan orientar a las autoridades de investigación aeronáutica sobre las causas de este accidente, que ha puesto un crespón negro a la clase empresarial de este país.
Ningún funcionario del Gobierno se ha pronunciado sobre el accidente aéreo hasta no tener las grabaciones de la caja negra del Cessna siniestrado.
