José Otero y Rafael Pérez planas@prensa.com
La Contraloría de Nicaragua informó que solo había autorizado a la policía de ese país a permutar un cargamento de armas de guerra y municiones con una empresa guatemalteca, pero no a vender o comprar este equipo bélico para que fuera enviado a Panamá.
Esto está especificado en el documento fechado el 19 de mayo del 2000 suscrito por los miembros del Consejo Superior de la Contraloría de Nicaragua, al que tuvo acceso La Prensa.
Según el referido documento, el ex ministro de Gobernación de Nicaragua René Herrera remitió una carta el primero de marzo del año 2000 en la que pide autorización para permutar fusiles AK-47 por pistolas Jericho que ha estado negociando la Policía con una empresa autorizada por el Estado de Israel.
Añade que el 4 de abril del 2000, el presidente del Consejo Superior de la Contraloría le comunicó al solicitante que, analizada su solicitud, presentaba el inconveniente de no indicar la cantidad de bienes que se pretendían permutar, valoración de los mismos, documentos que demostraran la legalidad de la empresa con la que se pretendía establecer dicho vínculo y que una vez completada dicha información se procedería a analizar sustantivamente la aprobación de la petición.
La información complementaria fue remitida el 4 de mayo del 2000 por el entonces director general de la Policía de Nicaragua, Franco Montealegre.
El documento señala que analizada la solicitud, así como los anexos, se encontró que la Policía Nicaragua había suscrito el 8 de marzo un convenio de intención de recambio de armamento con la empresa Representaciones Internacionales GIRSA, representada por Ori Zoller, de nacionalidad israelí, identificado con el pasaporte número 6922331, expedido por la Embajada de Guatemala.
Se establece, en base al documento, que la Policía entregaría 5 mil fusiles AK; 6 mil bayonetas de AK, dos millones 500 mil municiones y el compromiso de presentar certificados que demuestren que esos fusiles fueron fabricados antes de 1986.
Mientras tanto, GIRSA entregaría 100 subametralladoras Mini Uzi; 465 pistolas Jericho; 465 equipos para estas pistolas, los que incluyen cinturón, portacargador y doble cartucheras, así como el compromiso de inscribir en el armamento la leyenda de Policía Nacional de Nicaragua.
El 19 de mayo del 2000 se aprobó la solicitud del contrato de permuta entre la Policía de Nicaragua y la empresa guatemalteca GIRSA. No obstante, la documentación aprobada no establece en ninguna parte que los fusiles serían enviados ni vendidos al Gobierno de Panamá.
Entre las cláusulas se establece que la Policía de Nicaragua deberá actuar en consonancia con los principios de eficiencia, economía y efectividad y que una vez firmado el contrato se deberá enviar copia de ello a esta entidad fiscalizadora. En dicho contrato es recomendable insertar la autorización o aval del Gobierno de Israel relativo a dicha permuta.
El contralor nicaragüense, Francisco Ramírez señaló al respecto que nosotros no autorizamos compra ni venta de armas. Nosotros le dijimos (a la Policía) apéguese a la ley. Eso es lo que dijimos, dijo Ramírez.
En una entrevista publicada por El Nuevo Diario de Managua, Ramírez reiteró que la Contraloría autorizó el contrato para la permuta de armas, pero dentro de lo que dicen las leyes y los convenios internacionales sobre esta materia. Ramírez reveló que la Contraloría solicitará al director de la Policía de Nicaragua, Edwin Cordero, un informe completo, debidamente documentado sobre toda esa situación.

