La Puerto Armuelles Fruit Company (PAFCO) anunció ayer que descontinuará las exportaciones de banano bajo la marca Chiquita, hasta tanto no se resuelvan los problemas fundamentales y se observe un mejoramiento significativo en la calidad de la fruta.
De acuerdo con la PAFCO, esta decisión fue tomada porque un significativo número de nuestros principales clientes en Europa y Estados Unidos se niegan a recibir la fruta de Puerto Armuelles, debido a sus problemas crónicos de calidad.
Simplemente no podemos producir fruta de exportación que nuestros clientes rechazan, dice.
Hasta tanto la empresa vea mejoras en la calidad de la fruta, no exportará con la marca Chiquita.
Además, se informó que a pesar de que la huelga bananera culminó el pasado miércoles, la PAFCO no tendrá ningún tipo de producción de banano en por lo menos siete días, según dijo el asistente de gerencia, Carlos Aragón.
Lo primero en hacerse es la evaluación de las fincas y las estimaciones de fruta para cortar, lo que debe durar tres días. Al mismo tiempo se tiene que hacer el traslado del equipo rodante que estaba custodiado en Puerto Armuelles.
No tenemos barcos para el traslado de la fruta que está esperando en puerto, por lo que debemos conseguirlos lo antes posible y saber la fecha en que pueden llegar al Atlántico, en Bocas del Toro, expresó Aragón.
En total, la huelga dejó pérdidas por 2.5 millones de dólares; los trabajadores dejaron de percibir salarios por 800 mil dólares y se dejaron de exportar 500 mil cajas de banano.
Mientras se prepara un informe oficial, las opiniones de los obreros, como Santos Pittí, señalan que el daño en las plantaciones es severo.
Pittí, de la finca El Níspero, señaló que un vendaval causó daños en las plantas durante los días de la huelga; pero este año, a diferencia de la huelga de 1998, no se ha presentado la temible mosca guarera, que afecta la fruta.
La sigatoka es una plaga que afecta la hoja de la planta. La fruta rabona es la que ya está en etapa de ser tratada con las bolsas que la protegen de insectos, pero con la huelga dejó de recibir ese mantenimiento y por lo tanto no califica para la exportación.
Los trabajadores señalan que era mejor volver a las labores haciendo caso al refrán: barco parado no gana flete.
Roberto Chacón, en finca Ceiba, dijo que ante la falta de acuerdos era preferible volver al diálogo para evitar el desgaste.

