CIUDAD DEL VATICANO/BOSTON, (Reuters). El cardenal Bernard Law, el funcionario de más alto rango de la Iglesia católica estadounidense, renunció el viernes tras una revuelta provocada por el manejo de los problemas de abuso sexual en el clero, algo que sacudió los cimientos de la Iglesia.
El papa Juan Pablo II aceptó la renuncia de Law en Roma, mientras el acosado líder de más de 2 millones de católicos en el área de Boston rogó para que lo perdonaran.
A todos aquellos que sufrieron por mis faltas y mis errores, les pido disculpas y les ruego que me perdonen, dijo Law, de 71 años, en una declaración emitida luego de reunirse con el Papa.
La renuncia de Law fija un precedente de responsabilidad que puede llegar a influir en la selección de futuros papas y cobrar las carreras de obispos estadounidenses acusados de negligencia, dijeron teólogos e historiadores de la Iglesia.
Si la dirigencia (de la Iglesia) piensa que ahora puede volver a seguir funcionando como de costumbre, estamos en problemas, dijo el reverendo Jim Keenan, profesor de ética cristiana en la Escuela Jesuita de Teología en Weston. Tiene que haber más (...) responsabilidad. Si no vemos eso tan evidente, estamos al comienzo de la crisis.
El Papa designó al obispo Richard Lennon como administrador especial para dirigir la Arquidiócesis de Boston, donde la crisis ha estado en ebullición en los últimos ocho meses.
Lennon dirigirá la Arquidiócesis en nombre del Papa hasta que sea designado el sucesor oficial del arzobispo, dijo el Vaticano.
Católicos estadounidenses y aquellos que fueron víctimas de sacerdotes pederastas recibieron el anuncio con alivio y tristeza.
