La isla de Coiba es la más grande del Pacífico Mesoamericano. Bajo la administración del ex presidente Belisario Porras, en el año 1919, se designa colonia penal, y se mantiene así hasta que es decretada Parque Nacional. Estimo que el entonces presidente Porras nunca se imaginó que tal designación ayudaría a convertir la isla en uno de los lugares mejor conservados y de una belleza escénica extraordinaria, debido a su diversidad biológica y al valor único e incalculable de sus ecosistemas.
En el año de 1991 mediante resolución Nº JD. 021 de 1991, se establece Coiba como un Área Protegida, con una extensión de 270 mil 125 hectáreas, constituida por un globo marino e insular ubicado en la provincia de Veraguas. Conforma el parque un archipiélago de 38 islas e islotes, entre ellas: Ranchería, Canal Afuera, Jicarón, Jicarita, Granito de Oro, Uva, Pájaros y Bribanco, y forman una de las áreas protegidas mejor conservadas de Centroamérica.
En el año 2001 se da inicio a un proceso de evaluación para elevar el Parque Nacional Coiba al más alto nivel de protección, llevando el parque a categoría de Ley. Es así que mediante la Ley Nº 44 de 26 de julio de 2004, "Que crea el Parque Nacional Coiba" se culmina este proceso, y dicha Ley recoge muchos de los elementos de consenso logrados en las amplias discusiones y el período de consulta, presenta importantes elementos que la dotan de coherencia técnica que permite que se convierta en una herramienta eficaz para la protección y manejo del parque.
Tiene como una de sus principales finalidades la Ley 44, la protección, conservación de los ecosistemas insulares, marinos y costeros existentes en el área, a fin de mantener la diversidad de especies de flora y fauna, promover el manejo y desarrollo de los recursos naturales en forma integral y sostenible, con la finalidad de fomentar las actividades de ecoturismo y educación ambiental en el parque, y coadyuvar al desarrollo de las comunidades aledañas.
Señala el artículo noveno de la referida ley, que el parque nacional y sus bienes serán administrados a nivel operativo por la Autoridad Nacional del Ambiente, de acuerdo con lo que disponga el Plan de Manejo del Parque y las políticas de conservación y uso sostenible establecidas por el Consejo Directivo. Incorpora la Ley 44 la creación de un Consejo Directivo integrado así: La administradora general de la ANAM o quien ella designe, y que será quien lo preside, un representante del Ministerio de Gobierno y Justicia, Ipat, Senacyt, AMP, los alcaldes de los municipios de Soná y Montijo; y entre los alcaldes de Las Palmas, Río de Jesús y Mariato se escogerá un representante que se rotará entre ellos, además de un representante de la Cámara de Comercio de Veraguas, el rector de la Universidad de Panamá o quien él designe, un representante del sector pesquero y un representante de las organizaciones no gubernamentales ambientalistas panameñas que contribuyan con la protección y conservación del parque.
Son funciones del Consejo Directivo del Parque Nacional Coiba, establecer políticas de conservación y uso sostenible del parque, apoyar a la ANAM en la promoción de las inversiones necesarias y requeridas para el desarrollo de la investigación científica, del ecoturismo y educación ambiental entre otras; son algunos de los aspectos que contempla esta ley, para darle un mejor manejo al parque.
La ley en comento establece que la pesca artesanal, deportiva y de subsistencia serán debidamente autorizadas y reguladas por el Plan de Manejo; en virtud de lo anterior la ANAM dictó la resolución AG-0118-2005, calendada 24 de febrero de 2005, " Por medio de la cual se establecen directrices temporales sobre otorgamiento de permisos de pesca dentro los límites del Parque Nacional Coiba".
El pasado 17 de julio de 2005, el Comité de Patrimonio Mundial de la UNESCO aprueba inscribir al Parque Nacional Coiba y la Zona Especial de Protección Marina en la Lista de Patrimonio Mundial Natural; este hecho nos hace sentir orgullosos a todos los panameños, ya que es un logro de todos los que de una u otra manera han hecho grandes esfuerzo por conservar y proteger los recursos existentes dentro del parque. Razón esta que nos lleva a parafrasear a no sé quién, y diríamos que la isla de Coiba no la hemos heredado de nuestros antepasados, sino que se la hemos pedido prestada a nuestros hijos, por tanto, debemos cuidarla como un buen padre de familia, a fin de garantizar que las futuras generaciones puedan seguir aprovechando racionalmente los recursos existentes en ella. Por la conservación y protección del Parque Nacional Coiba como Patrimonio Mundial Natural, hagamos lo necesario.
