Durante la primera época del periodismo panameño existieron destacadas personalidades que ejercieron la profesión. Se puede mencionar como uno de los primeros periodistas a Mariano Arosemena quien en 1820 fue uno de los primeros redactores de la Miscelánea del Istmo de Panamá, primer periódico que se editó en nuestro país.
A finales del siglo XIX, los periodistas León A. Soto, Rodolfo Aguilera y Francisco Ardila ejercieron el periodismo a tiempo completo en un periódico llamado El Lápiz, el cual en varias ocasiones fue cerrado, ya que en sus páginas se defendía al Istmo de Panamá en contra de los militares colombianos, quienes atropellaban a los civiles. Fue el primer medio que habló de la necesidad de que Panamá se separara de Colombia y a consecuencia de esto golpearon brutalmente a León A. Soto, quien murió al poco tiempo debido a esta paliza.
En los inicios del siglo XX surgen buenos periodistas y uno de los más destacados fue Gaspar Octavio Hernández quien, pese a su escasa educación formal, fue poeta y periodista, y trabajó para La Estrella de Panamá.
Su amor por el periodismo lo acompañó hasta el final de su vida, el 13 de noviembre de 1918.
Más adelante, en los años veinte, se destacaron en el campo periodístico Ignacio Nacho Valdés, quien ejerció el periodismo en el diario La Hora y estableció el Día del Locutor y el Día del Padre, y el coclesano Gil Blas Tejeira, quien desarrolló un periodismo humorístico. Cabe destacar que el Auditorio de la Facultad de Comunicación Social de la Universidad de Panamá hoy lleva su nombre.