El liderazgo es un tema muy importante por tratar entre los ciudadanos de una nación, porque de diversas maneras son influenciados por los líderes en el sector público, privado, comunitario, laboral o profesional.
Pretenderemos hilvanar algunos pensamientos que ayuden a poner en su justa apreciación el liderazgo de algunos personajes que tienen impacto en la vida de la gran mayoría de personas que habitan nuestro país. Este impacto puede ser muy favorable, si se trata de líderes auténticos, o muy desfavorable, si es el caso de supuestos líderes que actúan sobre bases equivocadas.
En ese aspecto hay confusiones que desvirtúan totalmente el verdadero concepto de liderazgo . Esto ocurre por ignorancia, error o por oportunismo. Esta situación la vemos a diario en diversos sectores de la vida nacional, pero donde se observa con mayor dramatismo es en el sector público y político. No deja de haber también sus falsos profetas en el sector empresarial y gremial.
Unas de las confusiones fundamentales radica en el ejercicio equivocado del poder como manifestación de un supuesto liderazgo efectivo.
Veamos entonces qué es el poder ese imán por el que se sienten atraídas muchas personas, especialmente los políticos. Según James C. Hunte , en su libro The Servant ( La Paradoja ), poder es: La capacidad de forzar o coaccionar a alguien, para que este, aunque preferiría no hacerla, haga tu voluntad debido a tu posición o a tu fuerza.
¿No trae a tu mente algunos ejemplos de la vida real reciente de Panamá? Tomemos el tema que innecesariamente ha dominado la vida nacional en los últimos meses: el nombramiento de dos magistrados a la Corte Suprema de Justicia. El Poder Ejecutivo coacciona al Legislativo donde anticipaba una posición desfavorable eliminando las partidas circuitales. A su vez, el Poder Legislativo coacciona al Ejecutivo, rechazando el presupuesto presentado para el presente año, por razones que solo los legisladores se creen. La ciudadanía sabe que lo que está debajo de la mesa son las partidas circuitales. Por otra parte, el Poder Ejecutivo busca la protección de la justicia al pretender tener dos magistrados en deuda por el favor concedido.
Volvamos por un momento al libro de Hunter, para conocer cómo define la autoridad. Es el arte de conseguir que la gente haga voluntariamente lo que tú quieres, debido a tu influencia personal.
La autoridad, vista de esta forma, supone dos elementos que a mi juicio son claves: Por una parte, el arte, lo que requiere el refinamiento de ciertas prácticas en base a la experiencia y a la corrección, y por otra parte, la influencia personal, que se fundamenta en el ejemplo y la integridad personal.
El concepto de poder apuntado, te permitirá ubicar sin ninguna dificultad a algunos personajes de los poderes del Estado. De igual forma, verás cuan lejos están del verdadero liderazgo, al revisar la definición de líder que nos presenta James Hunter en su referido libro. Liderazgo es: El arte de influir sobre la gente para que trabaje con entusiasmo en la consecución de objetivos en pro del bien común.
Si observamos los acontecimientos que se han dado con relación a estos nombramientos, veremos que se trata de objetivos para acomodar el bien personal de algunos y no del bien de la comunidad nacional. La evidencia de que al menos, en dos poderes del Estado no hay un auténtico liderazgo que en resumen es servir y no servirse no sería mayor problema si no hubiera consecuencias. Pero las hay. Y una de ellas es la rebelión de la población cuando se abusa del poder público.
Esto es lo que nuestros políticos están haciendo. Están creando las condiciones para que en un futuro en Panamá se dé una rebelión popular, la que ciertamente tiene sus oportunidades, como la de cambiar la clase política, sacándola de raíz del escenario, pero también hay un grave peligro, que es el de equivocarse al escoger la nueva clase gobernante .
Tenemos ejemplos my claros, como el de Argentina, donde la clase media se rebeló contra los abusos de poder de una clase política corrupta, sumiendo a un país con enormes recursos en un crisis de la cual no se ve salida por el momento. Venezuela es un ejemplo de la equivocación de un pueblo que también se hartó de una clase política corrupta, pero se encandiló con la demagogia de un lunático que no está sacando a ese país de los problemas que le dejaron los políticos que hoy disfrutan de lo que tiene mal habido en sus bolsillos .
¿Aprenderá nuestra clase política ? No creo. Las perspectivas futuras nos llevan a pensar que tendremos más de lo mismo. ¿ Desconfianza del pueblo? Sí. Lo preocupante es que de la desconfianza se pasa a la frustración. De allí vamos a la desesperanza. Cuando un pueblo pierde la esperanza, hay solo un paso a la rebelión.
¿Te das cuenta ahora qué tan importante es tener un verdadero liderazgo y cuán evidente es que no lo tenemos en las altas esferas del gobierno? Esta situación nos pone en peligro futuro, a menos que surja un liderazgo claro y auténtico, con una misión de cambio y de servicio en pro del bien común que le asegure una mejor perspectiva al país y a sus ciudadanos.
El autor es abogado