La historia de la calle 61, artículo publicado en La Prensa el domingo, 4 de junio, estuvo muy atinado en su descripción de la calle 61 y el hermoso barrio residencial que estamos viendo cambiar abruptamente de un barrio residencial, tranquilo y decente a lo que será una vulgaridad monstruosa con camiones, contenedores, basura, bulla, peatones a toda hora y todo lo que conlleva un comercio de la naturaleza de "Lumimax". Lo más triste del asunto, es que estos señores, adinerados y poderosos, los dueños del proyecto, "Lumimax", han logrado burlar las leyes vigentes a través de sus influencias para salirse con la suya. Les explico. El proyecto, "Lumimax", está localizado en una parcela de terreno en la esquina de la Calle 50, con la Vía Brasil.
La parte de atrás del proyecto se extiende hasta la Calle 61, una callecita estrecha, de una sola vía por donde escasamente pueden transitar los carros de los residentes del edificio Don Camilo que queda en la esquina con la Calle 50 (sede de la Defensoría del Pueblo) y los otros residentes del barrio, inclusive la Manzana de Obarrio. Inicialmente, el área de "Lumimax", que colinda con la Calle 61 estaba zonificada como área residencial que es lo que es. Pero estos señores han logrado que el Ministerio de Vivienda cambie la zonificación de residencial a comercial con el propósito de usar la Calle 61 para que sus camiones carguen y descarguen la mercancía de su gran negocio, "Lumimax", sin importarles un comino el impacto que esta actividad tendrá sobre la calle y el barrio entero. Naturalmente, nos preguntamos, ¿por qué no utilizan la Vía Brasil para este propósito? Sería lo más lógico, pues esa calle está mejor construida y se adapta mejor para soportar el peso y el tamaño de sus contenedores. Tienen amplio espacio para hacer su entrada de carga y descarga por esa dirección. De no hacerlo, la pesadilla de tránsito y otros problemas que tendremos en la Calle 61 nos ocasionará a todos, a los residentes, a las autoridades, e inclusive a "Lumimax", un formidable dolor de cabeza. No es demasiado tarde, señores "Lumimax". Hagan lo correcto. Cambien la entrada de carga de "Lumimax". Esa sería la mejor muestra de sus intenciones de comenzar una relación de buena fe para con sus nuevos vecinos.
