Prefijación. Es un manglar frondoso y en el que la sierra eléctrica aún no ha llegado.
Cada prefijo posee una función distinta. Solo algunos de ellos: peri, pluri, micro, meta, hexa, exo, epi, endo. Cuando echamos mano de uno de ellos y formamos un vocablo de bien, el dios de la palabra ríe a carcajadas. Abuchea si es fallida la puesta en escena.
En el proceso de diálogo, surgen muchos términos. Uno de ellos, ‘submesa’, llama la atención de una lectora. ‘Submesa’, gancho.
El prefijo ‘sub’ significa ‘debajo de’, ‘bajo de’, inferioridad, acción secundaria, atenuación, disminución. Aguas subterráneas, por ejemplo. Aguas bajo la tierra. Tiene un significado restringido y denota un escalafón inmediatamente inferior a otro (‘submesa’, en relación a ‘mesa’); aquello que es inferior en rango o nivel a lo denotado por la base: subtotal, subcomité, subtítulo, subserie, subconsciente, subarrendar. El prefijo ‘sub’, según la historia de la palabra, puede presentarse en las formas ‘so’ (sobarba, soasar, sofreír), ‘son’ (sonreír).
A veces existe alternancia de ‘sub’ a ‘vice’. Aunque ‘vice’ tiene el valor originario de ‘en vez de, en sustitución de’: vicerrector (que sustituye al rector). El prefijo ‘sub’ ha desarrollado un significado de atenuación, inferioridad o disminución (subcultura, subdesarrollo, subnormalidad). Primos hermanos de ‘sub’, como infra e hipo, son poco productivos. ‘Hipo’ tiene el valor de ‘debajo de’ (hipodérmico) e infra’ (con sentido locativo o de inferioridad): infraestructura, infravaloración.
El prefijo es aquel componente que se adjunta al inicio de una palabra. Puede tratarse de una palabra independiente (in-admisible) o de una raíz ligada (in-erte).
Es vastísima la materia. Los prefijos-preposición destacan. La preposición ‘sobre’ convertida en prefijo ofrece ‘sobrevolar’, ‘sobrealimentar’, ‘sobrevivir’.
Hay gente sobrealimentada o subalimentada, y otra sobreviviente. El prefijo ‘des’ se une a verbos (desarraigar), adjetivos (descabellado) y nombres (desubicación).
Descalachandrada, o, escachalandrada, o. De factura americana. Adjetivo de uso restringido. La supresión de la ‘d’ inicial ocurre en el habla popular. Le comentaba a alguien que la cucarachita andaba ‘descachalandrada’ y me respondió que el Estado debe darle plata para que no esté andrajosa.
‘Descachalandrada, o’ es un adjetivo que significa andrajosa, desaliñada. Harapienta o sucia. Una amiga suspende su participación en la reunión, pues asegura que anda descachalandrada. Primero creí que estaba engripada.
Veníamos. “Nosotros veníanos temprano”. ‘Veníamos’ es lo correcto. En la flexión del verbo en la primera persona plural siempre la terminación es ‘mos’. En ninguna hipótesis, es de otra manera.
Fallidas son además las flexiones: estábanos, íbanos... Estas flexiones confunden la función de ‘nos’, pronombre personal referido a la primera personal plural, tanto en femenino como en masculino, o abreviación de nosotros, primera personal plural. (Nos dejó impávidos).
Ese ‘nos’ puede usarse como enclítico (partícula o de una parte de la oración que se liga con el vocablo precedente, formando con él una sola palabra): míranos, compréndenos.
