Como el azulejo, del cual comentábamos el domingo pasado, el palmero es otra tangara bastante común en parques y jardines de la ciudad. Las tangaras conforman una extensa familia de aves, la familia Thraupidae, y se encuentran únicamente en América. El palmero es similar en forma, tamaño y comportamiento al azulejo, pero es de color oliva grisáceo y con la mitad externa del ala negruzca. Mirando al ave de cerca y con luz apropiada, destacan en sus alas unos atractivos tonos color violeta. Macho y hembra son iguales en apariencia. Se alimenta con frecuencia en palmeras y gusta de hacer sus nidos ahí; por eso su nombre vernacular y también su nombre científico (Thraupis palmarum).
Se acercará a los comederos que habilitemos con frutas, si bien pareciera preferir insectos y otros bichitos que busca bajo aleros y ventanas de nuestras casas. Se desplaza en parejas, usualmente formando grupos.
Es interesante que a pesar de haberse hecho muchos estudios sobre las aves de Panamá, aun no se conoce cómo son los nidos de varias especies de tangaras. Se han observado nidos de palmero, de apariencia desordenada, también dentro de grietas de paredes. Para quien no sabe nada de las aves de la ciudad, pero quiere empezar a conocerlas, un buen comienzo será aprender a distinguir entre palmero y azulejo.
Y para el próximo domingo hablaremos de la tercera tangara de la ciudad: el popular sangre de toro".
[Adaptado del libro de próxima aparición ¿Qué vuela ahí? Guía para conocer, querer y proteger a las aves de la ciudad de Panamá. Escrito por Jorge Ventocilla con ilustraciones de Dana Gardner. Coedición Smithsonian/Audubon].

