MADRID, España. -El príncipe heredero Felipe anunció el viernes la ruptura de la relación sentimental que durante cuatro años le unió a la ex modelo noruega Eva Sannum, una decisión que en palabras del futuro rey de España fue tomada "libremente, de mutuo acuerdo y conjuntamente".
El anuncio, que se produjo en el Palacio de La Zarzuela en una conversación con los periodistas que suelen cubrir la información de la Casa Real, causó bastante asombro, puesto que no es habitual que Felipe de Borbón o algún otro miembro de la familia real se pronuncie en público sobre asuntos de esta índole.
Con su comparecencia, el heredero al trono, de 33 años, además puso fin de forma fulminante a las especulaciones sobre un pronto compromiso oficial o incluso una boda con la rubia escandinava, de 26 años, con la que venía saliendo desde 1997. "No habrá ningún compromiso que anunciar en el futuro", manifestó Felipe.
"Por razones estrictamente personales y particulares cada uno seguirá su camino en la vida", añadió.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores español, Josep Piqué, afirmó en Bruselas que el gobierno de Madrid respeta la decisión del príncipe. "Cualquier decisión que tome o haya tomado el príncipe merece todo el respeto. Y no tenemos nada más que añadir", señaló.
Según versiones publicadas recientemente por la prensa, la relación entre ambos se enfrió a raíz de las reticencias del gobierno conservador de España e incluso de la propia Casa Real hacia el romance, dado que Eva en el pasado posó en ropa interior, además de no ser ni aristocrática ni católica.
Pese a ello, muchos españoles se habían pronunciado en diversos sondeos a favor de que el Príncipe de Asturias se case con quien quiera, sin importar que se trate de una plebeya. "Que se case por amor", decían los encuestados.
El diario El Mundo afirmó la semana pasada que en un mensaje discreto, pero contundente, el Ejecutivo había hecho patente su oposición ante el rey Juan Carlos al señalar que sería decepcionante que Felipe no estuviera a la altura de su papel como heredero al trono y futuro jefe de Estado.
Las palabras de Felipe, sin embargo, no corroboran estas informaciones, al menos no en su totalidad. "Simplemente la relación no ha prosperado y punto. No hay más lecturas", afirmó. Al mismo tiempo, negó cualquier "disyuntiva entre la razón de Estado y el corazón, entre el deber y el querer".
En este sentido, explicó que este paso no se debe a presiones, sino que ha sido tomado "libremente, de mutuo acuerdo y conjuntamente". Asimismo, quiso dejar claro que en los pasados años, y sobre todo en este último, él siempre tuvo "el apoyo, el respeto y la comprensión" de sus padres, el rey Juan Carlos y la reina Sofía, al igual que ocurrió a Eva Sannum con sus padres.
Por otro lado, Felipe hizo una encendida defensa de su ya ex novia, de la que dijo es "querida, admirada y respetada" por él. "Espero que perdure una buena relación de amistad" con ella, agregó.
También explicó que la intención siempre fue mantener su relación en un nivel de discreción necesario y natural, evitando lo más posible la presión mediática.
A este respecto afirmó que el anuncio se produce en un contexto de nuevas especulaciones y rumores de todo tipo, motivo por el que él y Eva querían aclarar la situación a través de los periodistas, obviando cualquier otra vía formal u oficial.
En una primera reacción, el ex jefe de la Casa del Rey Sabino Fernández-Campo, uno de los críticos en cuanto a la relación, saludó la decisión.
"Creo que era necesario que se pusiera fin a esta polémica. Se ha demostrado, además, mucha inquietud e interés por parte del pueblo", manifestó.
En sus palabras, es necesario que se supere este momento, ya que, dijo, hay que tener presente que el príncipe deberá escoger una buena reina.
"Será lo mejor para el pueblo y la institución (monárquica). Hay que tener en cuenta que esa reina está llamada a ser la madre del futuro heredero", añadió.
Los rumores de una separación se habían acrecentado en las pasadas semanas. Lejos de aparecer juntos con más frecuencia, Felipe y Eva no volvieron a ser fotografiados desde la boda entre el príncipe heredero de Noruega, Haakon, y Mette-Marit Tjessem, celebrada el 25 de agosto pasado en Oslo, la primera ceremonia oficial en la que la joven pareja se mostró en público.
"Nada de lo previsible en un noviazgo formal se ha hecho realidad. Ni se ha anunciado el compromiso ni se ha fijado la fecha de una boda para la que incluso se llegó a especular que habría sido reservada la catedral de La Almudena", en Madrid, recordaba el semanario Hola, habitualmente muy bien informado en lo que a estos temas se refiere.
Los monárquicos más conservadores hicieron patente en los pasados meses su oposición a un hipotético enlace del apuesto príncipe y la rubia escandinava, ya que la ex modelo, de 1.85 metros de estatura y con las "soñadas" medidas 88-60-89, posó en ropa interior en el pasado.
