La Chorrera es una población, que hoy, con mucha razón, se puede llamar ciudad, y la cual posee muchas facetas de gran interés. Como primera medida, anotemos su gran crecimiento y actual expansión territorial. El área oeste de la capital en la cual se incluye no sólo a La Chorrera, sino a su vecina Arraiján, son dos de los conglomerados humanos que más han crecido en los últimos años. Puede que el todo se ha debido a su proximidad con la capital, pero el fenómeno es digno de consignar. El último censo poblacional, realizado en el año 2000 dio a La Chorrera una población de 124 mil 655 habitantes y a Arraiján 149 mil 918, pero es en el primero de estas dos poblaciones mencionadas en donde, a su vez, pareciera observarse un mayor desarrollo comercial. La Chorrera es hoy una dilatada avenida parecida en el número de almacenes, bancos y toda clase de compañías a la central capitalina. Eso, sin contar con que sus alrededores también se han agigantado una barbaridad. En 20 años casi que duplicó su población.
En segundo lugar el desarrollo histórico de ella, también es digno de mencionar. Existen menciones escritas en las que se señala que el gobernador español Sancho Clavejo ya había fundado un poblado en el mismo sitio que hoy ocupa La Chorrera actual, y en donde para la fecha anotada vivían 700 indígenas. En ese mismo siglo XVI también se habla de una dama española muy rica que respondía al nombre de Juana Bautista de la Coba que asentó sus reales en una hacienda que bautizó como El Caimito. Ella, viendo cercano el final de su vida, vendió, o mejor dicho, regaló por 200 pesos de la época todo aquello, y regresó a morir a su tierra natal. Después, el 12 de septiembre de 1855 ya lo que se conocía como La Chorrera, fue erigido en distrito, el cual cuenta actualmente con 18 corregimientos conocidos como Amador, Arosemena, Barrio Balboa, Barrio Colón, El Arado, El Coco, Feuillet, Guadalupe, Herrera, Hurtado, Iturralde, La Represa, Los Díaz, Mendoza, Playa Leona, Santa Rita y Puerto Caimito.
La Chorrera es también poseedora de un folklore musical y danzante muy rico. Famosas son sus danzas de los Parrampanos, que, se ha dicho, se originaron como una forma de criticar los malos manejos municipales muchos años atrás. Pero también existen la danza de los mantúes y la del toro galán además de varias en que participan diablos limpios y demás.
Chorrera es famosa por la calidad y cantidad de sus piñas. Su industria avícola es digna de la mayor consideración. Y, ¿quién no ha probado su extensa cantidad y variedad de los que conocemos como bollos y que allí se elaboran con los nombres de los de sal, de coco, de dulce, de manteca de puerco? Las tortillas hechas con los mismos alimentos y su famoso chicheme bien espeso y endulzado con miel y raspadura.
La Chorrera y sus distritos ya enumerados poseen su himno y su bandera. Lo que sí creo que todo el mundo en Panamá extraña es su famoso chorro, que llegó a ser en las primeras décadas de este siglo, y de seguro que antes, uno de los paseos capitalinos más populares, siempre y cuando uno fuera en grupo, ya que el estar solo debajo de la caída del agua transmitía una sensación de peligro y soledad no muy agradable que digamos.
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