La Primera Enmienda estadounidense les asegura libertad de expresión. Pero lo que ellos hicieron es una sátira de mal gusto, agresiva, discriminatoria, que alcanza a todos, de niños a adultos. Ello contribuye a crear una imagen negativa de la ciudad, dijo el dirigente, en entrevista que publicó el viernes pasado el diario O Estado de Sao Paulo.
Según Guinle, los abogados del ente municipal de turismo Riotur preparan un recurso a la Justicia estadounidense, que podrá ser iniciado en el futuro.
De inmediato, Guinle informó que enviará una carta a la Fox, que produce la serie, pidiendo que todas las ganancias obtenidas con la exhibición del episodio sean destinadas a obras sociales realizadas por el Ayuntamiento de Rio.
En el episodio Blame it on Lisa (Echenle la culpa a Lisa), que desató incluso la ira del presidente del Brasil, Fernando Henrique Cardoso, la familia Simpson viaja a Rio para ubicar a un huérfano brasileño (Ronaldo) que solía escribirse con la pequeña Lisa.
Durante su permanencia en la ciudad, Homer Simpson es secuestrado por un taxista y asaltado por niños de la calle cuando pasea por la playa. Su esposa Marge sufre acoso sexual por parte de un comisario de la policía.
El tono satírico de la serie castiga también a los estereotipos estadounidenses sobre Brasil y Sudamérica.
En el episodio, Bart Simpson es tragado por una gigantesca boa, en pleno cerro Pan de Azúcar, niños son víctimas de ataques de monos, ratas compiten con los automóviles por el espacio en las calles y bailarines de conga sustituyen el sistema de transporte público.
El caso irritó al propio presidente Fernando Henrique Cardoso quien dijo que no comentaría sobre un programa que refleja visiones distorsionadas del Brasil.
