DEBER

¿Por qué?: I. Roberto Eisenmann, Jr.

¿Por qué he vuelto a recoger “la espada” (la pluma)? ¿Será por un dicho atribuido a mi “casi tocayo” Albert Einstein, quien le dijo a un amigo: “¡qué suerte que ya soy viejo y personalmente no tengo que contar con un futuro prolongado!”.

Ciertamente, ya estoy cumpliendo la tercera y penúltima etapa de la vida, pero no... esa no es mi motivación, sino todo lo contrario. Es que hace poco Maruja y yo celebramos el precioso momento del nacimiento de nuestro primer bisnieto... seguido por una preciosa bisnieta, lo cual impactó lo importantísimo que es que nosotros procuremos que nuestro país esté siempre en el camino de un prolongadísimo futuro –democrático y justo– propicio para el desarrollo de nuestros 12 nietos, y ahora bisnietos.

Es nuestra obligación ciudadana, la de ayer, de hoy y de mañana, hasta nuestro último suspiro. Nuestra eventual desaparición no es un final si seguimos viviendo a través de nuestros hijos, nietos y bisnietos. Ellos serán nosotros en el árbol de la vida.

La honestidad e integridad no son una virtud, sino una obligación ciudadana, y cuando los gobernantes traicionan esta obligación en un insaciable deseo de llegar a ser billonarios con los dineros del Estado, es la obligación de los ciudadanos reclamárselo con claridad... a pesar de los riesgos que esta acción conlleve.

La fuerza moral de la ciudadanía siempre puede más que el poder –prestado– de gobernantes transitorios. La obediencia ciega y sumisa a la autoridad cleptocrática y abusiva es el inicio del fin de la democracia, y eso... ¡nunca! En nuestro Panamá de hoy la autoridad está próxima a suicidarse con el filoso puñal de la corrupción.

El Gobierno ya ha perdido total credibilidad. El hábito de la mentira y el engaño nos ha llevado a no creer ni una sola palabra de lo que dicen, cosa harto peligrosa para el país cuando se asome la próxima crisis.

Y... la idea de un forzado Aló, Presidente solo servirá para empeorar las cosas. Al principio, el Presidente nos impresionaba por su estilo simpáticamente informal, pero esa novedad ya pasó. Ahora se interpretan sus actos como payasadas de una persona a la cual nada se le puede creer, y cuya lengua tiene una desconexión con el cerebro. Habla... y luego piensa... lo que es el suicidio para la autoridad de un gobernante.

Al principio, también, funcionaba la masiva publicidad, pero los errores, las mentiras y la corrupción han ido comprobando que el producto es malo. En publicidad hay una regla fundamental: si el producto se comprueba malo... no hay publicidad que valga.

El momento actual exige la total y urgente implementación de acciones radicales (ya no palabras no creíbles). El Presidente tiene que sacudir a su cúpula, pedir la investigación de sus amigos, socios y a la vez funcionarios cercanos que estén claramente involucrados en escándalos, volver a respetar el profesionalismo de la Dirección de Ingresos y, en forma creíble, determinante y enérgica, establecer que los años que faltan son para gobernar con seriedad y consulta ciudadana, no para continuar “metiendo” todas las manos.

¿Estará dispuesto a hacerlo? Tenemos derecho a dudar, pero la opción es la implosión (que siento venir) del propio Gobierno... para desgracia y descrédito del país.

¡Amanecerá y veremos!

LAS MÁS LEÍDAS

  • Ministerio Público investiga presunta corrupción en el otorgamiento de trabajo comunitario a La Parce. Leer más
  • Días feriados y fiestas nacionales en Panamá 2026: Calendario detallado. Leer más
  • Detienen a sujetos vinculados al Tren de Aragua y desactivan minas. Leer más
  • Cuarto Puente sobre el Canal de Panamá: así será el Intercambiador del Este en Albrook. Leer más
  • Grupo Cibest acuerda vender Banistmo en Panamá a Inversiones Cuscatlán. Leer más
  • Denuncia ante el Ministerio Público frena contrato millonario de piscinas que firmó la Alcaldía de Panamá. Leer más
  • Gobierno contrata a multinacional estadounidense para diseñar el quinto puente sobre el Canal. Leer más