El Rosario y la batalla de Lepanto

La flota musulmana se convirtió en una amenaza a las rutas comerciales que unían Occidente y Oriente. Los avances de Suleimán el Magnífico al tomar Belgrado y Rodas, y arrollar a los húngaros, abrieron la vía franca al corazón de Europa. Las victorias sobre Argel y Trípoli parecían convertir el antiguo mare nostrum en un lago sarraceno. En 1570 cae Túnez y Selim II toma Chipre. La invasión sobre las naciones cristianas es inminente.

Bajo el patrocinio del Papa Pío V (hoy, san Pío V), España, la república de Venecia y los Estados Pontificios forman la Liga Santa, reuniendo un total de 80 mil hombres y más de 200 embarcaciones de guerra, en Messina. El 17 de septiembre de 1569 el Papa pidió que se rezase el Santo Rosario. El 15 de septiembre de 1571 la flota partió del puerto siciliano tras recibir la noticia de que en el golfo griego de Lepanto se había reunido la flota turca, de unas 270 naves.

Al amanecer del 7 de octubre de 1571 la flota cristiana avistó a la turca y entró en formación de combate. Los comandantes de la cristiandad eran Andrea Barbárigo (flanco derecho - naves venecianas), Andrea Doria (flanco izquierdo - la flota papal), Don Juan de Austria (centro -grueso de la flota) y el famoso marqués de Santa Cruz, cuyas hazañas cantó Lope de Vega (retaguardia). En esta batalla se jugó el futuro de la civilización occidental. En edición posterior la describiremos. Baste decir ahora que, tras una larga jornada de batalla que duró hasta el anochecer la victoria se inclinó hacia el bando cristiano, a pesar de haber perdido 17 galeras y ocho mil hombres. Las pérdidas turcas fueron más cuantiosas, en vidas y elementos de guerra, pues fue capturada la mayor parte de su flota.

Ahora veamos sus elementos espirituales ligados al rosario. Antes de entrar en combate las tropas cristianas rezaron el santo rosario con devoción. El Papa Pío V, desde el Vaticano, no cesó de pedirle a Dios, con manos elevadas como Moisés. Durante la batalla se hizo procesión del rosario en la iglesia de Minerva en la que se pedía por la victoria. El Papa estaba conversando con algunos cardenales pero, de repente los dejó, se quedó algún tiempo con sus ojos fijos en el cielo, como en éxtasis, cerró la ventana y dijo: “No es hora de hablar más, sino de dar gracias a Dios por la victoria que ha concedido a las armas cristianas”. Este hecho fue rigurosamente atestiguado y auténticamente inscrito en aquel momento y después en el proceso de canonización de Pío V (Este Papa murió en 1572, pero tres años antes, en 1569, ilustró y definió en una carta apostólica el modo de orar con el Rosario). Las autoridades después compararon el preciso momento de las palabras del Papa Pío V con los registros de la batalla y encontraron que concordaban de forma precisa.

El poder de los turcos en el mar había sido minado. El Papa anunció ese día que la Santísima Virgen había otorgado la victoria. Pero semanas mas tarde llegó el mensaje de la victoria de parte de Don Juan de Austria, quién desde un principio, le atribuyó el triunfo de su flota a la poderosa intercesión de Nuestra Señora del Rosario. Agradecido con Nuestra Madre, el Papa Pío V instituyó la fiesta de Nuestra Señora de las Victorias y agregó a las letanías de la Santísima Virgen el título de “Auxilio de los Cristianos”. Más adelante, el Papa Gregorio III cambió la fiesta a Nuestra Señora del Rosario.

LAS MÁS LEÍDAS

  • Panamá frustra envío de mercancía de contrabando que salió de la Zona Libre hacia Colombia. Leer más
  • Tribunal Superior revoca sentencia: absuelve a exministra y condena a exfuncionarios del Miviot. Leer más
  • Pago PASE-U 2025: Ifarhu anuncia calendario para próximas entregas. Leer más
  • Gobierno contrata a multinacional estadounidense para diseñar el quinto puente sobre el Canal. Leer más
  • Trasladan a la directora del Cefere por el caso de La Parce. Leer más
  • Denuncia ante el Ministerio Público frena contrato millonario de piscinas que firmó la Alcaldía de Panamá. Leer más
  • Cuarto Puente sobre el Canal de Panamá: así será el Intercambiador del Este en Albrook. Leer más