FUNCIONARIOS.

Tiburones en tierra

Hace bastantes años, cuando aún tenía la audacia (y dos hijos pequeños) que los años y la experiencia han atenuado, decidí tomar un curso para aprender a bucear (scuba diving). Fue una experiencia maravillosa visitar el rico mundo acuático panameño, y me resultaría difícil describir mi asombro ante tanta belleza, y sobre la sensación de paz que sentía rodeada de aquella masa de agua. Muy a mi pesar tuve que dejar el buceo, actividad de escaso riesgo si se practica correctamente, lo que olvidé hacer la primera vez que divisé a distancia lo que me pareció un tiburón tan grande como el de la película Tiburón, que llenó de temor para siempre a muchos que antes de ver la película disfrutaban confiados de las delicias del mar. Aquel día, convertida en veloz Aquawoman, dejé atrás al instructor, que inútilmente trataba de atajarme pues lo que yo creía un inmenso tiburón no era más que una pequeña "tintorera" que seguramente se le había escapado a su mamá. Aunque era poca la profundidad a la que buceaba, era de rigor salir a la superficie siguiendo los pasos que evitan los trastornos que ocasiona no hacerlo correctamente. Y cuento la historia porque he encontrado un cierto parecido entre aquella experiencia acuática y mi regreso a Panamá después de unas maravillosas vacaciones: estoy sintiendo pánico.

Repasando los periódicos estuve al borde de un barotrauma pulmonar (que puede suceder por respirar inapropiadamente al salir a la superficie) al leer que los diputados quieren su propia frecuencia de radio y televisión "para mejorar su deteriorada imagen". ¡Prefiero encontrarme con otro escualo! Carecen de sentido de la realidad si creen que van a ganarse nuestro respeto con este caro capricho cuyo costo inicial es de tres millones de dólares y requerirá de varios millones más para operación, mantenimiento, gastos administrativos, etc. Quisiera saber si existe un estudio de factibilidad que haya contemplado todo lo que costará mantener la frecuencia de radio y televisión funcionando (incluso cuando no haya sesiones). ¿Se justifica la millonaria inversión con su función social? Y es de esperarse que, según acostumbran, nombrarán "asesores" para todo y personal a tutiplén para acomodar a los co-partidarios. Me eriza pensar que pasando canales voy a toparme con una "chorreteada" de políticos hablando sandeces, ultrajando el idioma y robando cámara; con Afú, el de los afudólares del soborno; con Rogelio Alba, el de los contrabandos, o con Enrique Garrido, el que nombró "asesoras" analfabetas durante su presidencia parlamentaria. ¡Es más de lo que podría resistir! Y ver a estos señores, que defienden hasta con las uñas sus inmerecidos privilegios sería asfixia segura. Coincido con Angélica Maytín, de Transparencia Internacional, en que esta jugada podría servirles para promocionarse políticamente calculando, como siempre lo hacen, cómo mantenerse pegados a la ubre gubernamental en las próximas elecciones.

En el mar hay millones de tiburones, de los que se conocen más de 350 especies; a pesar de su mala fama, como promedio anual solamente causan 10 muertes y 75 agresiones; nosotros, los humanos, matamos alrededor de 30 millones de tiburones al año en pesca deportiva y comercial. ¿Quién debería temer a quién? Más temible que el gran tiburón blanco, es el tiburón que vive en tierra, que tiene piernas y brazos y el cerebro más desarrollado que cualquier otro ser viviente: que despedaza al prójimo sin piedad, a sangre fría, calculadora en mano para enriquecerse desmesuradamente sabiendo que al hacerlo fomenta miseria, ignorancia, daños ecológicos, descalabro social. Y qué desgracia la abundancia de escualos humanos entre los que se hallan, creo que en primer lugar, los que controlan la producción y los precios del "oro negro". Estamos al borde de otra crisis social que el Gobierno no salió a atajar a tiempo: la que va a causar el abusivo aumento en las tarifas de la electricidad. El Ente Regulador de los Servicios Públicos, cual rémora (pequeño pez que se adhiere a los objetos flotantes o, en otro sentido, "cualquier cosa que detiene, embarga o suspende") parece más interesado en ir "aguanchinche" de estas empresas que en defender nuestro bolsillo. Impedir la divulgación de los informes financieros de empresas de servicios públicos (en las que el Gobierno es accionista) es favorecer a los tiburones que nos están volviendo puré. Es inexplicable la pasividad del Gobierno ante la actitud del ERSP que incluso ha permitido a estas empresas la osadía de hacer cargos no autorizados. Tenemos derecho a saber cuánto están ganando (si estuvieran perdiendo no lo esconderían) y lo sabremos gracias a que el defensor del Pueblo, Juan Antonio Tejada, acudió a la Corte Suprema de Justicia a presentar un recurso de hábeas data que la CSJ falló a favor, ¡casi un milagro la rapidez y el fallo! Bien hubiera podido el presidente Torrijos "amarrarles" la cara y exigirles quitar el velo que esconde las finanzas para evitar otro "zaperoco" como el que se formó con las reformas a la CSS, y ver cómo le bajaba el apetito a los tiburones.

Con razón dijo el comediante Groucho Marx que "La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados".

La autora es comunicadora social


LAS MÁS LEÍDAS

  • Ministerio Público investiga presunta corrupción en el otorgamiento de trabajo comunitario a La Parce. Leer más
  • Días feriados y fiestas nacionales en Panamá 2026: Calendario detallado. Leer más
  • Detienen a sujetos vinculados al Tren de Aragua y desactivan minas. Leer más
  • Grupo Cibest acuerda vender Banistmo en Panamá a Inversiones Cuscatlán. Leer más
  • Cuarto Puente sobre el Canal de Panamá: así será el Intercambiador del Este en Albrook. Leer más
  • Denuncia ante el Ministerio Público frena contrato millonario de piscinas que firmó la Alcaldía de Panamá. Leer más
  • Segunda quincena y bonos: jubilados y pensionados recibirán triple pago. Leer más