PARIS, Francia (EFE). Militares franceses exportaron la tortura y otros métodos de la guerra antisubversiva a Latinoamérica, donde fueron practicados por las dictaduras militares surgidas en los años 70, según un documental que difunde ayer la cadena Canal Plus.
La cooperación de Francia con las dictaduras latinoamericanas no fue sólo militar, ya que, según el ex jefe de la policía secreta (DINA) de la dictadura chilena Manuel Contreras, los servicios secretos franceses "colaboraron con nosotros" en varias ocasiones.
En el documental "Escuadrones de la muerte: la escuela francesa", la periodista Marie-Monique Robin relata, mediante entrevistas y documentos, cómo los franceses formaron a militares de América Latina y Estados Unidos en los métodos que habían desarrollado en la llamada "batalla de Argel" contra los argelinos del FLN, en la guerra de independencia de la entonces colonia gala.
Desde 1959, el modelo de la "batalla de Argel" (1957), en la que unidades del Ejército francés utilizaron todo tipo de medios de la "guerra sucia" para conseguir información (tortura, ejecuciones sumarias y desapariciones, entre otros), fue enseñado en Argentina.
En virtud de un acuerdo bilateral suscrito ese año, una "misión militar francesa permanente" se instaló en Argentina, hasta finales de los años 70.
Expertos franceses enseñaron también las técnicas de la guerra antirrevolucionaria a una generación de militares latinoamericanos en la "Escuela de las Américas" en Panamá, conocida como la "escuela de los dictadores", así como a estadounidenses que las aplicarían en Vietnam, en particular en la "Operación Phoenix", en la que murieron 20 mil civiles survietnamitas.
"El general Paul Aussarresses nos explicó la tortura", afirmó el general estadounidense Carl Bernard, que fue uno de sus alumnos en Fort Bragg, donde se adiestraba a las fuerzas especiales de EU.
Aussaresses fue condenado por complicidad de apología de crímenes de guerra en 2002, al defender el uso de la tortura y otras atrocidades en un libro sobre sus experiencias en Argelia que provocó gran indignación en Francia.
Además de en Fort Bragg, Aussaresses fue instructor, en 1973, en Brasil, donde, según cuenta, vio a "muchos" de sus ex alumnos.
"Brasil ayudó considerablemente la acción del general (Augusto) Pinochet", dijo Aussaresses del autor del golpe de Estado en Chile de 1973 contra el presidente Salvador Allende.
El ex jefe de la policía secreta de Pinochet indicó que Aussaresses formó a oficiales chilenos en Brasil, concretamente en Manaus.
Contreras aseguró también que, a finales de la década de los 70, los servicios del contraespionaje francés (DST) avisaban a la DINA cuando refugiados chilenos abandonaban París para volver a Chile, a menudo con documentación falsa, lo que permitía capturarles a su llegada.
La importancia de las "enseñanzas" de los militares franceses en la guerra antisubversiva en Argentina es confirmada en el documental por ex altos cargos de la dictadura, como los generales Reynaldo Benito Bignone, quien habla de "copia" del modelo galo, Ramón Díaz Bessone o Albano Harguindeguy.
"La primera arma contra una agresión revolucionaria, subversiva o de tipo guerrilla es tener un buen aparato de información. Fue una de las principales cosas que nos enseñaron los franceses de su experiencia en Argelia", según Díaz Bessone.
"¿Cómo obtener información (...) si no se tortura?", se preguntó Díaz Besonne, quien justificó con total frialdad las desapariciones y aseguró que "aquí la guerra fue muy eficaz, en tres años la subversión fue aniquilada".
"Aprendimos todo de los franceses", confirmó Harguindeguy, que fue ministro de Interior en la junta del general Jorge Videla, y señaló que los franceses "nos enseñaron para qué servía la picana".
