Viví en Tashkent, capital de la República de Uzbekistán, desde 1978 a 1984. Allí, vi de cerca la invasión soviética en Afganistán en diciembre de 1979, cuando entraron cerca de cien mil soldados y se tomaron Kabul en cuestiones de 2 ó 3 días, por orden de Leonid Breznev secretario general del PCUS. Derrocaron al gobierno proamericano de Mohamed Amin e instauraron el gobierno prosoviético de Babrak Karmal (...)
La ex URSS controló el gobierno de ese país por nueve años y dos meses, llevando a cabo una reforma socialista en su economía y en lo social. Gastó muchos recursos en la reconstrucción de ese país, y mandó gran cantidad de especialistas para trabajar allá. Recuerdo que fue asesinado un gran periodista de la televisión de Moscú, Alexander Kaberniev, y muchos otros especialistas civiles. Según datos oficiales, murieron más de 13 mil soviéticos. Además, llevaron a la URSS a más de 8 mil afganos a estudiar distintas especialidades.
El gobierno de Babrak Karmal duró hasta 1986 cuando ganó la presidencia Mohamed Najibulah quien continuó con las reformas soviéticas. Mientras EU, China y Pakistán ayudaban con armas a los mujaidines o guerreros del Islam que combatían a las tropas soviéticas y eran dirigidos por Osama bin Laden, nunca pudieron los mujaidines derrocar al Ejército soviético ni al gobierno sostenido por estos.
Tras las reformas económicas de Gorbachov, con su perestroika y glasnost, se desintegró la URSS, el muro de Berlín se derrumbó en octubre de 1989 y en diciembre de 1989, salieron las tropas soviéticas después de un año de negociación con los países involucrados en el conflicto y por la propia gestión de Mijail Gorbachov (...) Después de tres años, en 1992, derrocan y ahorcan a Najibulaj, sube al poder Burjanudin Rabani, quien gobierna hasta el 27 de setiembre de 1996 cuando fue derrocado por el mulah Mohamed Omar, con su gobierno teocrático conocido como el Taliban.
Los soviéticos lograron liberar a las mujeres del yugo machista, alcanzando estas mucha igualdad; podían trabajar, estudiar y no andaban cubiertas. Con el gobierno taliban retrocedieron como mil años. Aunque no considero que hubo una derrota militar, pienso que para los soviéticos significó un gasto inútil de recursos y un fracaso político, porque al fin y al cabo el socialismo se autodestruyó.
A pesar de que contó con un gran apoyo del pueblo de Afganistán, el sueño de Leonid Breznev de construir el socialismo se desvaneció; ya que se trata de un pueblo que no sabe qué es lo que quiere ni a dónde piensa ir.
Lo cierto es que el régimen taliban debe ser derrocado.