Al saber que un pastor protestante de Florida había quemado El Corán, y que esto ha ocasionado la muerte por venganza de miembros de la ONU en Kandahar, Afganistán, he recordado un dicho que hace muchos años oí y que estableció parámetros en mi pensamiento y es la frase siguiente: “Alá es Dios y Dios es Alá”.
Yo voy más allá y, por eso, el nombre de este artículo. El nombre que le pongamos al único creador es una cuestión de simple semántica o de idiomas y no tiene la más mínima importancia. O es que creemos que hay varios dioses.
Tanto judíos como protestantes, ortodoxos, luteranos, católicos, cristianos, evangélicos, mormones, etc., así como musulmanes, todos creen y quieren tener el monopolio de Dios, como si eso fuera decisión del hombre y no de Dios.
Yo pienso que es al revés, Dios tiene el monopolio de todo.
¿Es acaso un libro culpable de lo que hacen los hombres?
El hombre ha buscado en otros, y en otras cosas, la culpabilidad de sus pecados. Por ello, les recuerdo otra frase que creo panameña y de origen chino, puedo estar equivocado en cuanto a esto, pero lo importante es su enseñanza, y reza así: “el Diablo son tú mismo”.
¿Qué busca un supuesto pastor al quemar el mencionado libro? ¿Qué ejemplos da a sus congregados? ¿Cómo nos sentiríamos judíos y cristianos si alguien quemase la Toráh o la Biblia?
El creer que Dios tiene preferidos, es desconocer que Dios es amor y, por tanto, que ese amor infinito es para todos, sin excepciones. ¿O es que acaso usted cree que Dios ama a unos y a otros no, o que Dios ama a unos más o menos que a otros?
Dios ama a todas sus criaturas y él no usa y no tiene parámetros o termómetros de amor, por eso, a todos perdona, tanto a supuestos creyentes como a pecadores arrepentidos.
La guerra, la violencia, el odio, la exclusión por cualquier razón, la esclavitud, la explotación del hombre por el hombre, el fanatismo y la hipocresía, aunque alguien interprete según su manera de leer El Corán, la Toráh o la Biblia y afirme que estas están en dichos libros sagrados, no son del agrado de Dios, el pensar lo contrario es un desconocimiento del más elemental deber del que en Dios cree.
Dios es paz y para que haya paz entre los hombres no debe imperar ninguna de estas atrocidades.
CNN en español, hace varios años, transmitía una propaganda, que aún sale con menos frecuencia, en la que se veía una reunión de pastores en un parque, uno cristiano, un musulmán y otro judío, y se usaba una frase: “le tocaba a él”, refiriéndose a quien llegaba y le tocaba llevar los pastelillos a la reunión de ese día.
Ellos y nosotros tenemos algo en común, Dios. Busquemos lo que nos une, lo positivo; lo primero, el amor a Dios sobre todas las cosas y olvidemos de todo lo demás. No busquemos protagonismos ni importantes ni principales ni elegidos.
Ninguno de los profetas que Dios nos ha enviado, llámense como se llamen, debe ni quisieron ser la causa para la división de los que creemos en Dios, porque ni ellos ni Dios quieren que estemos divididos, sino que desean que seamos un solo pueblo que lo ame.
