A fuerza de decir verdades, es posible que ya empiece a sonar como disco rayado. Pero da igual, cada experiencia teatral que Daniel Gómez Nates ofrece me confirma que él es el director y dramaturgo que posee la fórmula maravillosa para matar al público de la risa.
Honor que comparte con actores y actrices como Manolo Madarnaz, Neysa Ferguson, Elizabeth Vargas y Lourdes Gómez; elemento humano que transmite a la perfección los códigos humorísticos que residen en la mente de Gómez Nates. Es decir, juntos son una bomba (ya dejando de filosofar).
Todo esto viene a cuento de la producción Se alquila candidato , trabajo que actualmente tiene en cartelera este grupo de artistas. El pasado miércoles 16 asistí al teatro La Cúpula para presenciar una de sus funciones, y pude constatar que los espectadores no se divertían, no señor. Aquello era euforia colectiva, ataques de risa que agudizaban progresivamente sin control, sin otra cura que no fuera reírse hasta más no poder.
Así las cosas, es más que claro que Se alquila candidato entra en la categoría de "Diversión pura y dura" (¿acaso se ve otra cosa en los escenarios panameños?), propuesta teatral a la que Daniel Gómez Nates se abraza sin remordimientos de conciencia. Sin embargo, no se puede catalogar esta pieza como "otra comedia ligera más", me explico.
Primero que todo, Se alquila candidato es una sátira política. Esta forma teatral no solo provoca la risa, sino que además revela aspectos muy específicos de los prototipos humanos satirizados. Esto se logra a través de una grandilocuencia o exageración de los perfiles que se pretenden exponer. Y para todo esto, Gómez Nates tiene un talento nato y una vasta experiencia.
Más que utilizar las figuras políticas para burlarse de ellas, este dramaturgo ofrece un tratado de sociología panameña (proporciones guardadas), al retratar esa curiosa relación que tiene la masa vernacular con nuestra politiquería criolla.
Cada personaje de Se alquila candidato lo demuestra, especialmente Fidelina: la dueña de un hotel que sabe cómo lucrar desangrando a esos políticos que ella aborrece, sin que eso le impida tener las más absurdas aspiraciones de ser la próxima presidenta de este país. Sería interesante conversar con el dramaturgo y descubrir cómo concibe a sus personajes.
En fin, esta producción se presenta en el teatro La Cúpula hasta finales del mes de julio. Cuenta con las actuaciones de Elizabeth Vargas, Neysa Ferguson, Lourdes Gómez, Manolo Madarnaz, Dídimo Cerrud, Luis Alvarado y Tony Pinto. No se la pierda. Nos vemos en el teatro.




