Las negociaciones políticas que culminaron hace unas semanas con la integración del Partido Panameñista a la coalición política Alianza por el Cambio, son producto de la sagacidad política mostrada por Ricardo Martinelli, líder indiscutible de las preferencias electorales, y de Juan Carlos Varela, quien se ha ganado un liderazgo dentro del partido de mayor trayectoria, membresía y estructura de la oposición política del país.
Ambos dirigentes, con madurez y responsabilidad, escucharon y respondieron al clamor de un pueblo por la unión de la oposición, que garantiza un contundente triunfo electoral opositor el 3 de mayo, cuyo resultado será la implementación de una agenda de cambio en beneficio de la población en general. Este clamor popular por el cambio obedece a la decepción generada por el fracaso del mal llamado gobierno de la “Patria Nueva”, que no solo incumplió su promesa electoral de más empleo, más seguridad y cero corrupción, sino que, por el contrario, durante su gestión la ciudadanía ha visto florecer el empleo informal, la inseguridad, fortunas cuyos orígenes no tienen justificación alguna, aunado al alza sin precedentes en el costo de la vida, y a una gestión desastrosa en materia de salud y transporte que dejó una secuela de centenares de muertos, sin que nadie se haya hecho responsable de ello.
Llegó la hora de rectificar el rumbo, para lo cual la Alianza por el Cambio ofrece programas concretos que mejorarán la calidad de vida de los ciudadanos. Entre ellos vale resaltar un sistema de transporte público eficaz y seguro, la revisión del CAIR, el aumento del salario mínimo y la eliminación de las zonas salariales discriminatorias, la reactivación de las granjas de desarrollo sostenible, el bono para los mayores de edad no asegurados, un sistema educativo que funcione, la mano dura, probidad en la gestión administrativa, y en general programas gubernamentales que beneficien a todos los ciudadanos y no solo a los del partido gobernante.
Dos dirigentes políticos escucharon el clamor de un pueblo, superaron sus diferencias, y el resultado será un contundente triunfo electoral y un mejor porvenir para todos los panameños.