La iniciativa organizada por Noris Miranda, productora administrativa de estas noches de jazz, cumplió con su cometido original: brindar esparcimiento a los presentes, de la mano de atinados comentarios que acercaran o familiarizaran a un público neófito, a ese proceso creativo antojadizo, anárquico y viceral que da vida al jazz.
En esta oportunidad, la noche estuvo dedicada a esa facción latina de este género musical que poco se consume, denominada latin jazz. De tal suerte que las pequeñas explicaciones y anécdotas -brindadas básicamente por Carlos Ubarte- se encaminaron a ilustrarnos el momento histórico y mágico en el que el swing norteamericano le juró amor eterno y promiscuo a todos los ritmos latinos.
Además, otro tanto se habló de la sangre negra que corre por el jazz; aquel que nació con el clamor de esclavos que encontraron en la música la única vía aparente de expresar, sin incomodar al blanco opresor, toda la rabia que su lastimera condición les producía. Es más, a los blanquitos de rejo en mano también los sedujo aquella expresión musical, y poco a poco se fueron adentrando en el mundillo del jazz. Fue allí cuando los oprimidos se la descobraron, puesto que los músicos caucásicos se vieron obligados a bregar arduamente por el respeto de sus homólogos de raza negra. Sí, por mucho tiempo se pensó que solo los negros podían hacer buen jazz.
¿Qué, usted no lo sabía? Bueno, no se preocupe. Esos y muchos otros datos interesantes podrá conocerlos en estas descargas nocturnas en Casa Góngora. Ahora bien, no vaya a pensar que fue una noche de pura charla.
Ubarte, el saxofonista, estuvo al frente de la banda cumpliendo con su papel de director musical. Lo acompañaron Nando López en el piano, Ricky Staple en la batería, Juan Cedeño en el bajo, y Ricky Sánchez en la conga. Cada uno de ellos lo dio todo, y no se quedaron con nada más que los aplausos que le robaron al público. Como ocurre siempre, los músicos cautivaron a la audiencia con los solos que ejecutaron.
Todo aquello como preludio a la participación del destacado saxofonista panameño Carlos Garnett, quien dio muestras de su talento y reconocida experiencia en el plano internacional. La presencia de Garnett no era casualidad, puesto que era el invitado especial de la noche.
Las noches de jazz en Casa Góngora siguen. La próxima será el miércoles 4 de junio, y en esta será Carlos Garnett el rey de la velada. Para entonces se pretende brindar a los asistentes una variada muestra del catálogo de éxitos de este panameño, junto a uno que otro standard de su elección.