(Viene de la 1B)
Habitart reúne a ocho artistas emergentes dentro de una antigua casa de Bella Vista. Mediante ocho propuestas distintas, ubicadas en ocho espacios distintos, cada uno de ellos aborda, a su propia manera, el tema del espacio doméstico.
Rich Potter Título: Mi casa es su casa Planteamiento:
"Mi casa es su casa" es una frase que todos los gringos conocen, dice Rich, y quizás por eso decidió utilizarla como título para su obra. Para abordar el tema del espacio doméstico, este artista estadounidense utiliza seis monitores en los que personas de diferentes sectores sociales le ofrecen una visita guiada por su casa. Desde las doñas y dueñas, hasta una empleada doméstica, le dan el tour de sus hogares a Rich. "La idea es comparar las situaciones de distintas casas. No es tan sencillo como la diferencia entre rico y pobre, es mucho más complicado que eso".
Edduin González Título: Irina Planteamiento:
Edduin prefiere no divulgar en qué consiste su obra. Es mejor que sea sorpresa. Pero el artista sí comparte su significado básico. "La obra es un comentario que gira alrededor del tema de la seguridad, de la vigilancia, sobre todo cuando se abusa de ella en lugares que no la requieren. Mi intención es recrear eso un poco en este espacio".
Miky Fábrega Título: Quality Time Planteamiento:
La instalación de Miky nos sitúa en el comedor de la casa. Allí está puesta la mesa, y entre cuadros y retratos, todo parece muy familiar. Sin embargo, en lugar de personas, lo que nos encontramos en cada silla son televisores. "Por medio de grabaciones, armé una familia, un papá, una mamá, una abuela y una hija... El comedor tiene un simbolismo fuerte para la familia, es donde la familia comparte, donde la familia hace su bond, pero a medida que ha pasado el tiempo, el acto de cenar ha ido perdiendo importancia... Lo que vas a ver en cada pantalla es la representación de la persona que debería estar ahí. Entonces, a simple vista, uno puede pensar que están teniendo una conversación, pero en verdad cada uno está teniendo un monólogo en el que cada uno está hablando de su vida, de sus frustraciones, de sus alegrías, de sus miedos, de sus realizaciones..."
Enrique Castro Título: Sal de la tierra Planteamiento:
Al entrar por la puerta, nos da la bienvenida la obra de Enrique. Con un aspecto frío e industrial, la instalación contradice lo acogedor del espacio doméstico. Empleando 100 sacos de sal, 100 postales de la bahía y 100 tarjetas escritas, el artista juega con los distintos significados de la palabra "sal". "El ser humano es 'sal de la tierra', supuestamente quien da sabor a la tierra, pero en este caso el ser humano es reemplazado por el ser humano. La evolución de la ciudad y del país, y la sobre explotación de sus recursos, poco a poco nos va sacando a nosotros mismos de nuestro hábitat".
Ramsés Giovanni Título: Al oído Planteamiento:
El espacio de Ramsés es el más alejado de todos, cosa que le viene bien a la obra. Por medio de imágenes impresas en pedazos de tela, este artista invoca "retazos de recuerdos y sensaciones". Al describir su trabajo, a Ramsés se le vienen a la mente temas relacionados con el sentido de la memoria, el recuerdo y la muerte. Tomando imágenes de la casa y combinándolas con imágenes tomadas de álbumes familiares, "es como si todos habitáramos la casa, un juego de tiempo y espacio, de ausencia y presencia", explica.
Jonathan Harker Título: Enredadera Planteamiento:
Antes de concretar la idea detrás de su obra, Jonathan le dio muchas vueltas -literalmente- a la casa. La abundancia de vegetación era lo que más le gustaba. "Comencé a pensar qué pasaría si la casa fuera realmente abandonada por mucho tiempo, y tuve una visión de todas las matas entrando a la casa y ocupándola". Una vez comenzó a explorar la casa por dentro, Jonathan pensó también en el tema de ausencia y presencia, en la intimidad, y en lo cotidiano. "Habían otras personas explorando la casa y me venían los sonidos de lo que ellos hacían, y pensé que de repente una buena forma de tratar esos temas era con audio, porque tiene presencia, pero es como intangible". Fue así como Jonathan decidió cubrir la habitación con una "enredadera" de cables, todos conectados a bocinas que emiten sonidos domésticos: el doblar de las sábanas, el barrer de la escoba, o el sonido de alguien cocinando, o cortándose las uñas. "Es una metáfora de cómo los fantasmas y la presencia humana que una vez hubo acá invaden el espacio, como una enredadera, tomándose una pared, o algo así".
Irina Ruiz Título: Torniquete Planteamiento:
La idea de Irina surge del mito urbano que prohíbe abrir los paraguas adentro de la casa. "Desde antaño, los abuelos te dicen miles de cosas: que se va a caer la casa, que se va a meter el agua, que se va a inundar el piso... Entonces todas esas anécdotas las fui juntando y se me fue ocurriendo qué pasaría si metía muchos paraguas dentro de un cuarto. El cuarto lo que intenta es crear polémica". ¿Y porqué quiso llamarle Torniquete? "Un torniquete es en todo sentido un obstáculo, pero a la vez es una transición hacia algo, la transición de lo externo que he traído aquí...".
Mira Valencia Título: Punkroom Planteamiento:
El espacio de Mira está muy cerca de la entrada. Es un cuarto pequeño, tan blanco que encandila la vista. Walo Araújo, coordinador de la exhibición, lo describe como "un gesto anti fengshui". El título Punkroom hace referencia a los pinchos -también blancos- de mampostería que cubren las paredes y el techo. "Un cuarto que parece tranquilo puede contener cosas agresivas. Igual que las relaciones, por afuera parecen pacíficas, pero por dentro son otra cosa...".