La aplicación de big data atiende la predicción de la demanda en el transporte y en la gestión de tránsito para disminuir la congestión en las ciudades y , por ende, disminuir el impacto ambiental.
Manejamos información a través de 2.5 trillones de bytes de información diaria, 2.9 millones de emails en un segundo, 50 millones de tuits diarios y 700 mil millones de minutos navegados en Facebook, y si, se pueden entrelazar y su crecimiento es continuo, permanente y exponencial. El 90% de los datos de todo el mundo fue producido durante los últimos dos años (IBM, 2011).
¿Qué es big data ? A la acumulación de datos, su interconexión y aplicación, se le llama big data: “muchísimos datos”. Los datos vienen de sensores del clima, celulares, correos electrónicos, medios sociales, fotos digitales, transacciones, aplicaciones, videos y muchos otros.
Esta herramienta promete cambiar los viejos sistemas de recolección de data que existen en nuestros países. Probablemente no nos hubiésemos dado cuenta de esta valiosa herramienta, si nuestras ciudades no tuviesen problemas de alta congestión -tranque- contaminación ambiental y una desmejora creciente de la movilidad y de la imposibiidad de mantener, con facilidad, una movilidad sustentable.
En tiempos de pandemia, el big data cobra mayor valor porque abarata costos. Es una información disponible y no hay que hacer ni aforos ni encuestas presenciales.
En 2019, Colombia publica cómo se mejora el ambiente con big data.
En Medellín, hay una “contingencia ambiental” (Ruta N Medellín, 2019): en cierta época del año, cada año, la ciudad sufre del aumento de partículas tóxicas en el aire, con el efecto de cielos grises y enfermedades respiratorias.
En muchas ciudades se instituye, como paliativo a la mejora de la congestión y así mejorar la calidad del aire, el uso del número de la placa de los autos, para alternar su uso. Podrán circular con alternancia, o números nones o pares. El propósito es disminuir la cantidad de autos que se dirigen al trabajo en horas pico, de los centros rurales y periferias hacia el centro urbano.
En Medellín, para que los usuarios tuviesen un hábito permanente de esta medida (el 60% del transporte es para ir y venir del trabajo), una empresa utiliza drones, y siendo expertos en la captura, el análisis y gestión de datos, desarrolló para los empresarios un app “Appi Motion”, que gestiona la movilidad de sus empleados. La medida no es opcional para las empresas. El gobierno a través de una regulación dictaminó que toda empresa con más de 200 empleados está en la obligación de planear su movilidad, de manera que se reduzcan las emisiones de gases invernadero que se generan en los trayectos casa - oficina - casa.
El app “Appi Motion” permite que la empresa de seguimiento a los indicadores de sostenibilidad (CO2). Posee un programa de puntos que monitorea a los empleados que usen sistemas de movilidad más sostenibles.
El valor que ofrece la empresa que diseña el app es el análisis de datos que el app asegura y da a su cliente alternativas para la toma de decisiones estratégicas de movilidad sostenible.
Por consiguiente, es posible diseñar hoy políticas públicas, no sólo más eficientes, sino asertivas, si se ha implementado tecnología big data.
A pesar de lo anterior, en “América Latina y el Caribe, la mayor parte de los expertos y actores clave siguen utilizando métodos tradicionales para la obtención de los datos” (BID, 2017) que se requieren para los estudios y análisis de transporte y movilidad.
A pesar que la vieja forma de obtención de datos, es costosa por la complejidad de la recolección de la data y la demora en el procesamiento de dicha data. Hay una capacidad instalada en instituciones, oficinas públicas y en la academia, que las mantiene, incluye a Panamá, a pesar de que contamos con tecnología big data en tiempo real.
En contraste, los esfuerzos de planificación y monitoreo del desempeño tradicionalmente se han basado en datos recopilados solo para esos procesos o en datos derivados de modelos.
Panamá debe estimular el acceso a la información e intercambio a través de blogs, foros y seminarios.
Si este proceso de conocimiento es necesario para la empresa privada y el sector público, para mejorar la movilidad en las ciudades, es fundamental que ambos sectores hagan lo necesario para tener personal capacitado para la utilización del big data.
Al evolucionar la formación del capital humano, es posible que el abordaje de las nuevas tecnologías para la recolección de datos alternativos, su uso y su análisis, articule la conectividad de las movilidades urbanas, ya que Panamá tiene la obligación de proveer una gestión eficiente, equitativa y sustentable en tiempos de pandemia y más allá.
La autora es arquitecta e investigadora de movilidad urbana
