No quisiera ser negativo. Sin embargo, los hechos, la verdad, no me permiten ser positivo. De manera que cubriré lo que veo de bueno ahora mismo: La Comisión Presidencial para Combatir la Corrupción hizo un excelente trabajo. Sus primeras 50 recomendaciones son buenas, al punto que espero que hagan las adicionales que han prometido porque completarán un marco superior de referencia. Debo reconocer que el PRD la botó al decidir levantar la inmunidad de sus legisladores.
La lista de hechos indeseables puede ser bastante larga. Enumero algunos de los más recientes: La petición de que las recomendaciones antes citadas no se divulgaran de inmediato. Las altas y bajas de la contribución Rodin a la campaña del arnulfismo. La defensa del nepotismo: Si una persona trabaja (hace proselitismo) tiene toda la razón de esperar un nombramiento en el gobierno al que ayudó a subir al poder, y su parentesco con los influyentes no debe ser óbice para que obtenga su chamba. Más claro no canta un gallo.
Si a lo anterior se agrega la negativa del oficialismo a que se levante la inmunidad de sus hiperínclitos legisladores, sólo podemos concluir que estamos bien mal. A simple vista es verdad que los legisladores PRD aparentan estar afectados por la cemisitis. Pero no deja de ser verdad que los solones gobiernistas aparentan estar embarrados por el photo-finish en el nombramiento reciente de dos magistrados de la Corte Suprema de Justicia.
Añadamos al guacho el hecho (negativo) de que en el caso HP-1430 una jueza ordenó el sobreseimiento provisional y el hecho (positivo) de que la fiscal primera anticorrupción interpondrá un recurso de apelación en este caso, además de señalar que no se ha podido tomar declaración al piloto José Reyes.
Si hacemos abstracción de todo lo anterior, podemos considerar que para reactivar la economía, a lo mejor el CEMIS es beneficioso (aunque me mortifican las dudas que se han expresado relativas al aeropuerto en France Field). Igual, la orden de proceder a la construcción del segundo puente sobre el Canal y las dinámicas reparaciones de carreteras, calles y caminos.
Lamentamos que en el diálogo para la reactivación económica no se llegó al consenso entre todas las partes. Opino que los representantes obreros tuvieron una participación digna de encomio. Desafortunadamente, dentro del sistema que impera, ellos dan la impresión de ser intransigentes y de exigir todo o nada. Ojalá surjan recomendaciones creativas que logren el concurso obrero. De todas maneras, los sindicalistas retienen el importantísimo papel de fiscalizadores de la ejecución de las leyes reactivadoras de la economía y de garantes de la ausencia de prácticas corruptas. Después de todo este es el tema principalísimo hoy y quizás, para siempre.
Se me ocurre que lo que he expuesto es necesario ventilarlo abiertamente. Un respetado intelectual amigo me ha enfatizado que la verdad nunca le hace daño a la nación. Y yo quiero ayudar, dentro de mi ignorancia, a que Panamá mejore en lo material, pero muy particularmente en lo moral.
La verdad es que el presente gobierno nos está defraudando. No mete una. Mientras que el PRD, con ayuda del META, acaba de meter una que no se le puede escatimar. Desafortunadamente son los gobiernos los que tienen la mayor capacidad para liderar, orientar y poner en ejecución las acciones y actitudes que conllevan el progreso de Panamá. En este momento, tomando en consideración todo lo anterior, opino que para las elecciones venideras, de mayo de 2004, no debemos escoger ni al PRD, ni al Partido Arnulfista. Trataremos de seguir con nuestros aportes guiados por los hechos, la verdad. Panamá es inmortal.