El día 6 de marzo de 1922, a petición de varias asociaciones y de muchas personas de esta sociedad, llegan por primera vez al Istmo varias monjas de la comunidad religiosa de María Auxiliadora o Salesianas de Don Bosco.
No existía suficiente cantidad de educadores en el país. La ausencia era notoria. De allí la insistencia en que viniesen cada vez más para que se dedicaran a enseñar a los desprotegidos económica y materialmente.
En la casa de la familia Figueroa, allá en la calle 16 oeste del Barrio de Santa Ana, funcionó la primera escuela de la citada comunidad. Habían iniciado labores el día 10 de marzo de 1922, bajo la dirección de Sor María Rinoldi (italiana).
Sus primeras enseñanzas estuvieron limitadas al arte de la costura.
Para poder sostenerse, la comunidad trataba de redondear sus ingresos encargándose de lavar la ropa de los alumnos del colegio de los salesianos.
Pocos meses después, y durante su tercera presidencia, Belisario Porras acude en ayuda de las monjas y les cede un amplio lote de 5 mil metros cuadrados en las cercanías de lo que sería el futuro Hospital Santo Tomás, y les donó, además, mil pesos de la época.
Varios particulares también contribuyeron económicamente. La idea era aprovechar las ayudas hasta conseguir la construcción de un colegio dotado de amplias facilidades.
El 6 de agosto de 1923 y es lo que aparece en una de nuestras fotografías, se llevan a cabo las ceremonias de colocación de la primera piedra y de su bendición. En otros escritos se habla del 6 de enero. En 1924 la obra fue terminada, y se incrementa el número de materias, tales como español y matemáticas. Se enseñan también oficios domésticos.
En 1928 se realiza una graduación de expertas en bordado y en modistería. En 1945 se dictaban cursos de secretariado. La economía doméstica no deja de estar presente.
El 20 de abril de 1972 y con la aprobación del gobierno central se suprime el título de escuela profesional, por el de Colegio de María Auxiliadora.
Recordemos, además, que en sus inicios la institución tan solo aceptaba a alumnas internas.
Hoy acuden a ella cerca de 500 alumnas, que al terminar sus estudios reciben el grado de bachilleres en comercio plan B (contabilidad). Los domingos se le dictan a ciertas empleadas cursos que quedan incluidos en la obra social Promoción de la Mujer.




