SAN FRANCISCO, EU. A punto de cumplir su 50 aniversario, la revista Playboy se ha volcado en la web y en la televisión por cable para no perder bomba y evitar la suerte de la recientemente desaparecida Penthouse.
Los tiempos han cambiado, pero Hugh Hefner parece mantener el mismo espíritu que cuando creó la mítica revista desde la cocina de su apartamento de Chicago con 8 mil dólares prestados por familiares y amigos. Ese primer número, que ni siquiera llevaba fecha puesto que no estaba claro que fuese a tener continuación, incluía un desplegable de Marilyn Monroe.
El editor, que hoy tiene 77 años, continúa pegándose la gran vida en su lujosa mansión de Los Angeles. Allí vive acompañado de sus seis novias, vestido a todas horas con su ya mítico pijama de seda, fumando su igualmente famosa pipa, y centrado en lo que describe como la "inspiración" para Playboy: "el juego y el placer de la vida".
Entre sus famosas Playmates (desde Kim Basinger hasta Sharon Stone o Cindy Crawford) las entrevistas a personajes célebres y los textos de las mejores plumas del país, la revista pronto se convirtió en un icono de la cultura pop.
Parte del éxito se debe a que Hefner no concibió la revista como una publicación dedicada al sexo, sino una cabecera de estilo en la que el sexo está incorporado.
"Por supuesto hemos cambiado", señaló Hefner a la cadena de televisión CBS . "Ahora estamos más a gusto en nuestra piel. Podemos aceptar la realidad de que somos seres sexuales".
Cincuenta años después, Christie Hefner, hija de Hugh y actual presidenta de la revista, ha incorporado exitosamente la publicación al espíritu de los tiempos con un programa de suscripciones online, programas de radio, y canales de televisión por cable.
Es decir, Christie ha convertido a la cabecera en mucho más que una revista: hoy en día, es una compañía multimedia internacional que incluye desde ropa hasta video-juegos, y una de las marcas más fáciles de reconocer gracias a su logotipo en forma de conejito.
Una suerte bien diferente a la que corrió Penthouse, la revista que se declaró en bancarrota en octubre ante las alarmantes pérdidas que sufría debido a la irrupción de internet en el mercado del erotismo.
Quizás porque en lugar de luchar contra el enemigo se ha unido a él, Playboy es un producto todavía fresco con una circulación de tres millones de ejemplares en EU y 4.5 millones en todo el mundo.
Aunque considera que no se puede predecir el futuro a largo plazo, Christie Hefner cree que los nuevos medios no reemplazarán a los viejos, sino que se añadirán a la combinación, por lo que confía en que el imperio llegará a cumplir los cien años. "Estaremos presentes porque el atractivo de Playboy es universal e intemporal", señaló Christie Hefner, "ya que la belleza y el atractivo sexual son cualidades eternas".
