Índice de Calidad Institucional

¿Cuándo mejoraremos lo que sabemos está mal?

 ¿Cuándo mejoraremos lo que sabemos está mal?


Para la edición del año 2021 Panamá ha sido ubicado en la posición número 58 de 189 países en el Índice de Calidad Institucional (ICI). Este Índice es realizado por el economista Martín Krause, la fundación argentina, Libertad y Progreso, y la Red Liberal de América Latina (RELIAL).

Entendiendo como “institución” a todas las reglas del juego en las que actuamos, es decir, las normas que determinan la información y los incentivos que tenemos disponibles para tomar decisiones, este índice califica la capacidad de desarrollo de un país y plantea los resultados con base a dos vértices: las instituciones políticas y las instituciones de mercado. El caso histórico de la pandemia hizo que este Índice se enfocara en la capacidad de los países para salir de la crisis económica por la Covid-19.

Mientras que la calificación de las instituciones políticas panameñas nos posicionó en el país número 53 de 189, nuestra calificación del eje del mercado nos ubicó, mal parados, en la posición número 78 de 189. Países latinoamericanos que nos superan son Chile (posición 25), quien ha encabezado esta lista en los últimos años, Uruguay (38) y Costa Rica (39). La diferencia más clara entre estos países y nosotros es su nivel de organización y su nivel de corrupción. Nuestras deficiencias como país provienen de una ausencia de infraestructura física y digital que permita mayor fluidez de procesos y es muy probable que la corrupción sea el motivo detrás de estas carencias. Cuando las reglas del juego son confusas, ningún jugador se desarrolla bien en la partida.

La posición que se nos ha dado en el vértice de mercado es una consecuencia del pésimo manejo de las restricciones comerciales. Panamá durante el año 2020 fue uno de los países con las medidas de movilidad más estrictas del mundo. El Estado vulneró la libertad de los mercados de una manera nunca antes vista al haber impedido la actividad económica casi en su totalidad.

Por otra parte, el vértice político nos ha agrupado en la bolsa de países latinoamericanos (Perú, Colombia y El Salvador) con una calidad institucional alta o media que deben mejorar sus instituciones políticas. Esto es fácil un 3.0 pela’o. Todo se resume a que Panamá necesita mejorar tres aspectos imprescindibles para su desarrollo: su justicia, su burocracia y su negligencia del sector público. Estos factores hacen que Panamá tambalee tanto cuando a afrontar problemas respecta.

El mejorar nuestras instituciones políticas es sinónimo de mejorar nuestras oportunidades para mejorar nuestra calidad de vida como ciudadanos; mejorar las reglas que enmarcan nuestras actividades económicas; mejorar la seguridad civil; mejorar la protección de nuestros derechos fundamentales; asegurarnos mejores espacios en las perspectivas internacionales; estabilizar nuestro sistema como país.

El autor es coordinador académico de Fundación Libertad


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